Bután, ejemplo mundial en gestión de la pandemia, con un único fallecido

Su receta para combatir el coronavirus se basa en el distanciamiento social, las cuarentenas y ahora la vacunación, llevada a cabo en apenas dos semanas a pesar de las dificultades debido a la distribución geográfica de su población.

El representante de la ONU en Bután, Gerald Daly, ha desgranado en una entrevista las causas del éxito en la gestión de la pandemia de un país que mide su riqueza en términos de felicidad en lugar de PIB.

Bután limita con China e India y el paso entre naciones es habitualmente muy concurrido. En tiempos normales, hay bastante movimiento pero «nos estamos asegurando de que haya muy, muy poco tráfico a través de la frontera, y de que cualquier tráfico pase por varios niveles de restricciones de cuarentena«, explica.

Cualquiera que ingrese al país debe permanecer 21 días aislado. Las autoridades han proporcionado, además equipos de protección personal a la población y conseguido que las reuniones sociales sean muy escasas. Siempre que hay pequeños brotes de transmisión, se bloquean esas áreas específicas.

«Dependiendo de la gravedad de esa situación, el cierre puede durar siete, diez o 21 días. Cuando se decreta una cuarentena, por ejemplo, en la ciudad de Thimphu, la gente puede ir a un número limitado de tiendas, aproximadamente tres, dentro de su propia pequeña área de la ciudad. Y solo tendrán la capacidad de acceder a esas tiendas durante aproximadamente una hora al día. Y, obviamente, tendrán que llevar protección completa, todo el mundo llevaría protección total todo el tiempo«, detalla.

Bután cree en la Felicidad Nacional Bruta y esta brújula moral también ha ayudado porque «se cuidan unos a otros y cuidan de la población vulnerable«. Las cuarentenas contaban con un fuerte apoyo de la comunidad fruto de la confianza en el gobierno, con numerosos especialistas.

La ministra de Salud está graduada en Salud Pública por la Universidad de Yale. El Primer Ministro y el Ministro de Relaciones Exteriores son médicos. «Tenemos un liderazgo increíblemente competente», valora Daly.

Bután ha lidiado mejor con la contención sanitario que con el impacto económico. El desempleo ha aumentado y disminuido las exportaciones. El déficit fiscal se ha elevado poco más del 7% del PIB, y la tasa de paro ha alcanzado un 14%, dada la dependencia del turismo.

El Gobierno ha establecido una red de seguridad especial para los más vulnerables.y un plan de contingencia económica para fortalecer la propia autosuficiencia del país, especialmente en el turismo, la agricultura y el sector de la construcción.

El país ya ha acometido la vacunación de más de 530.000 personas. La primera dosis fue un regalo de la India, de la vacuna AstraZeneca. Y la ONU ayudó con la promoción y el apoyo de la cadena de frío.

El Primer Ministro fue la primera persona en ser inoculado. El 'handicap' era llegar hasta los lugares más remotos. Gracias al uso de helicópteros, los sanitarios pudieron acceder además a las zonas más alejadas y distribuir a pie los sueros «a veces caminando de aldea en aldea, a través del hielo y la nieve».