Manifestantes arremeten contra el bloqueo que hace la Policía para frenar su avanzada en Lima reuters

La violencia se enroca en Perú, donde una comisaría y un puesto fronterizo han sido incendiados

Los disturbios se concentran en Arequipa mientras crece la polémica por el desalojo policial de la Universidad de San Marcos en Lima, donde acampaban cientos de estudiantes y manifestantes

johana gil

Lunes, 23 de enero 2023, 17:03

Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes arrecian en Perú, donde cada vez se ve más lejana una solución política a la violencia desencadenada hace mes y medio tras la detención del expresidente Pedro Castillo. Los últimos disturbios se han concentrado en ... Arequipa, la segunda región más poblada, al sur del país, donde unas 150 personas han intentado tomar al asalto una comisaría de Policía con la intención de incendiarla este pasado fin de semana. Los manifestantes lanzaron piedras y gasolina contra el cuartel. Los efectivos policiales respondieron con gases lacrimógenos y perdigones para proteger a los veinte efectivos resguardados dentro de la oficina.

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En el transcurso de los altercados, doce personas resultaron heridas (tres de ellas terminaron hospitalizadas) mientras un agente fue tomado como rehén y cinco personas acabaron detenidas. Horas más tarde y tras intensas negociaciones, los arrestados fueron intercambiados por el agente.

Asimismo, un puesto fronterizo con Bolivia y otras sedes públicas han sido incendiadas por manifestantes. Una oficina de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria y un puesto de migración en Yunguyo, situada a un par de kilómetros del país vecino, fueron quemados. La Cancillería señaló que la destrucción de la sede aduanera «perjudica el comercio bilateral» y «atenta contra la economía de miles de familias».

Las protestas en Perú no hacen más que agudizarse tras las declaraciones de la presidenta Dina Boluarte de mantenerse firme en el poder. Las muertes en medio de las manifestaciones ascienden a 62. Los dos últimos fallecidos han sido un hombre de 23 años que murió en una de las carreteras donde los manifestantes habían levantado barricadas y un conductor de camión, de 54 años, que se habría negado a pagar para pasar por una vía bloqueada y recibió un disparo en el pecho, lo que es objeto de investigación, han informado fuentes policiales.

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Manifestantes aplauden en honor a un fallecido en medio de los enfrentamientos que yace en el suelo REUTERS

Boluarte ha recalcado que permanecerá en el cargo hasta la celebración de nuevas elecciones, previstas para 2024. Sin embargo, según medios locales, la presidenta habría querido dimitir tras las primeras muertes registradas durante las protestas, pero el primer ministro, Alberto Otárola, le ha persuadido para no hacerlo. La razón es que Boluarte «sería procesada por los fallecidos y que lograría el apoyo tanto de la bancada en el Congreso de la derecha y de las Fuerzas Armadas si se mantenía en sus funciones».

Frente a la reticencia por parte del Gobierno a ceder ante las peticiones de disolver el Congreso y convocar elecciones inmediatas, varios líderes de organizaciones campesinas y sociales han afirmado que continuarán las movilizaciones en Lima. Además, han advertido que en los próximos días las protestas se intensificarán. Mientras tanto, más personas se unen a ellas. Un numeroso grupo de tres ciudades, al sur del país, ha salido camino a la capital para unirse a los miles de ciudadanos que quieren manifestarse de nuevo en Lima. Más de cien carreteras permanecen también bloqueadas. Miles de vehículos de carga pesada permanecen atrapados, algunos desde hace dos semanas, en la principal arteria peruana, la vía Panamericana.

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Vulneración de derechos humanos

Por su parte, diferentes organizaciones defensoras de los derechos humanos, como la ONU y Amnistía Internacional, tienen los ojos puestos en el reciente desalojo que ha hecho la Policía en el campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de Lima, donde acampaban cientos de manifestantes llegados de todo el país para participar en las marchas. En total, 193 personas fueron retenidas y después de alrededor de 30 horas, la Fiscalía de Perú anunció que 192 fueron liberadas el domingo; entre ellas un menor y mujer embarazada.

La Policía afirma que la operación se desarrolló tras una denuncia sobre agresiones y robos en el centro educativo. Sin embargo, los efectivos policiales habrían irrumpido en la Universidad, según sus rectores, haciendo un «evidente uso de la fuerza», lo que ha sido tildado como «abuso de autoridad».

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La falta de personal de la Defensoría del Pueblo ni del Ministerio Público durante el desalojo agudiza las acusaciones. Unos 400 policías irrumpieron con tanquetas y la ayuda de fuerzas especiales en el campus. El ministro del Interior, Vicente Romero, señaló que la intervención fue motivada para «dar seguridad y subrayó que durante la operación «no hubo ni un solo herido» provocado por los agentes.

Las personas que estaban en el campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima siendo detenidos por la Policía reuters

El Gobierno apoya la versión de que las fuerzas de seguridad actuaron para reestablecer el orden en la sede universitaria mientras unos 300 manifestantes «agredieron al personal de seguridad y robaron equipos y material» de diversa índole. El Congreso ha pedido que tanto el primer ministro como la rectora de la Universidad acudan al pleno para detallar lo ocurrido en el campus.

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Lima evalúa acciones ante la «injerencia» del presidente de Bolivia

La Cancillería de Perú anunció este lunes que está evaluando tomar acciones ante lo que define como «actos de injerencia», por parte del presidente de Bolivia, Luis Arce, quien se refirió el domingo a la crisis que atraviesa el país.

«Hoy, el Ministerio de Relaciones Exteriores entregó una nota al embajador de Bolivia mediante la cual transmite una enérgica protesta por las declaraciones del Presidente Luis Arce sobre temas de política interna. La Cancillería evalúa acciones ante nuevos actos de injerencia», comunicó la cartera en su cuenta de Twitter.

Este domingo durante un acto, Arce habló de la derecha como enemigo común de países de la región y dijo que en Perú se estaba luchando por recuperar la democracia. «Tenemos al pueblo peruano en una lucha por recuperar su democracia y también por recuperar el derecho a elegir un Gobierno que los represente», dijo.

El mandatario boliviano también definió lo ocurrido en Brasil el pasado 8 de enero como «un atentado de golpe de Estado al compañero Lula desde la recalcitrante derecha del bolsonarismo».

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