La radicalización de las protestas instala a Colombia en el caos

El presidente, Iván Duque, estudia ya la posibilidad de decretar el estado de excepción en Colombia ante una situación totalmente descontrolada. De igual modo, ofrecía una recompensa de 10 millones de pesos (unos 2.100 euros) por información de los autores de los actos vandálicos. Algunas fuentes aseguran incluso que en la mente del mandatario estaría el aplazamiento de las elecciones de mayo del 2022.

Mientras miles de colombianos salieron este miércoles de nuevo a las calles en el inicio del segundo «paro nacional» contra el Gobierno, la comunidad internacional dijo sentirse «alarmada» por el uso desmedido de la fuerza por parte de la Policía. La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Marta Hurtado, lamentó escenas como las que se observaron la noche del martes, «cuando algunos agentes abrieron fuego en Cali contra manifestantes, matando e hiriendo a varios».

«Qué noche tan dolorosa», escribió, por su parte, la alcaldesa de Bogotá en las redes sociales al recordar los cruentos acontecimientos de la anterior madrugada en su ciudad. «Tuvimos una brutal escalada. La violencia debe parar. Debemos recuperar la deliberación serena», añadió. En un intento de calmar los ánimos, señaló que «destruir la ciudad no puede ser una causa». «Cuantos más choques y tensiones haya por vandalismo, más riesgo tenemos de que se produzcan abusos o más personas terminen heridas. Les ruego parar. Llevamos ocho días. De manera milagrosa hemos logrado que no haya un muerto hasta ahora. Pero cada día hay más heridos, más tensiones. Todo es inadmisible. Paremos, por favor», insistió.

Los colombianos temían en un principio que la noche del martes fuera más caliente en Cali, pero la violencia sorprendió a los bogotanos que solo habían sido afectados por la movilización masiva de camioneros. Cali registró disparos de francotiradores y varias expulsiones en una de las zonas rurales. Desde el 28 de abril, según las autoridades, han fallecido siete manifestantes, todos muy jóvenes. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos aseguran que la cifra es superior a la docena de víctimas. La Fiscalía General, de hecho, elevó este miércoles a 24 los fallecidos en el país por las protestas y aseguraron que en 11 de los casos la Policía es la presunta responsable.

La noche del martes también fue eficaz para el colectivo de hackers Anonymous, que se atribuyó el ataque a las web del Ejército, del Senado y de la Presidencia. El saboteo a la Policía incluyó la audición de las órdenes que daban en directo y fue escuchado por muchos internautas. En un comunicado, el grupo argumentó su intervención «ante la sistemática violación de los derechos humanos que se está produciendo en Cali».

En su editorial de este miércoles, el periódico de mayor difusión en Colombia, 'El Tiempo', pedía diálogo y sensatez a la ciudadanía, pero centraba su principal argumento en que lo importante era «detener la violencia en las calles, las muertes, los abusos de autoridad y el vandalismo».