Brasil cierra la red social X por alentar la desinformación entre amenazas de Musk

Musk, que ha entrado al choque cuerpo a cuerpo con las autoridades brasileñas, ha calificado al juez Moraes -todo un magistrado-estrella y figura a nivel nacional de la lucha contra la desinformación en Brasil- de «dictador» que aplica la censura. «La libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudojuez no electo la está destruyendo con fines políticos», dijo el multimillonario en una publicación el viernes. «El pueblo de Brasil conocerá sus crímenes. No importa cuánto se esfuerce en impedirlo», añadió al asegurar que a partir de hoy comenzará a aportar pruebas de los supuestos delitos del magistrado que ha declarado la guerra a «la fuente de noticias más usada en Brasil y la que quiere la gente».

El juez había dado un plazo a X para nombrar un representante legal en el país, que Musk ha incumplido de la misma forma que se negó a borrar los perfiles ordenados por Moraes, preocupado por la influencia que en términos de desinformación pueda tener la red social en próximas elecciones.

Además de congelar las cuentas bancarias del proveedor de internet satelital Starlink, perteneciente a Musk, el magistrado ordena imponer multas diarias de 50.000 reales (alrededor de 9.000 euros) a las personas «que incurran en conductas que implican el uso de subterfugios tecnológicos» para burlar el bloqueo, especialmente a través de servidores VPN que pueden burlar las prohibiciones territoriales. En ese sentido, había exigido también a Google y Apple adoptar trabas para «impedir la utilización de la aplicación X» y la entrada a su sitio web, si bien decidió dar marcha atrás ante la posibilidad de que «X Brasil» decida cumplir «plenamente» las órdenes dictadas, incluido el pago de más de 3 millones de dólares en multas, así como la designación del citado representante local, como lo exige la ley.

En medio de la polémica con Musk, que además de ser dueño de X y del 40% de SpaceX, es el CEO del gigante de vehículos eléctricos Tesla, se ha escuchado la voz del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. El líder izquierdista ha defendido que todas las empresas que operan en el país deben cumplir con sus obligaciones ante la Justicia. «Que un hombre tenga mucho dinero no significa que pueda faltarle el respeto (a la ley)», argumentó al señalar que nadie está por encima de las normas, poniéndose incluso a él mismo como ejemplo tras recordar su paso por prisión.