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AGENCIAS
Sábado, 7 de julio 2018, 05:09
Los cadáveres de los ecuatorianos Óscar Villacís y Katty Velasco, secuestrados en abril pasado cuando se desplazaron a la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, y que fueron asesinados en cautiverio, llegaron este viernes a Quito en medio de las críticas al Gobierno por parte ... de sus familias.
Los féretros llegaron cerca del mediodía en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana al aeropuerto de Quito, donde la ministra de Justicia, Rosana Alvarado, reiteró el respaldo del Gobierno de Lenín Moreno a los parientes de las víctimas.
Tras solidarizarse con los familiares, recalcó que habrá «todo el respaldo desde el Estado ecuatoriano por llegar a que las investigaciones arrojen todo lo que las familias requieren para poder, de alguna manera, sentir que se está haciendo justicia y que el caso no quede en la impunidad». Aseguró que «continuarán apoyando» a las familias a través de distintas instituciones estatales que atendieron el caso desde que en abril pasado se reveló el secuestro, atribuido a disidentes de las FARC, liderados por Walter Patricio Arizala Vernaza, alias 'Guacho'.
Sin embargo, los parientes de la pareja no dudaron en reprochar lo que consideran un abandono por parte del Estado. «Hemos estado solos porque el Gobierno no nos dio mucho oído, no nos ha ayudado, hemos estado solos y como somos pobres, peor», se lamentó Norma Velasco, tía de Katty, en declaraciones a la prensa antes del aterrizaje del avión.
Denunció que «hubo mucha negligencia del Gobierno» ecuatoriano y aseguró que quienes los acompañaron todo el tiempo fueron los parientes del equipo de prensa del diario peruano El Comercio asesinado en cautiverio en territorio colombiano, también por disidentes de las FARC, según los Gobiernos de Quito y Bogotá.
Hoy, camiones cisterna recibieron a la aeronave con un arco de agua en la pista del aeropuerto, donde se encontraban numerosos medios de comunicación, familiares, amigos y altas autoridades.
Los familiares, vestidos con camisetas blancas con los rostros de las víctimas, recibieron al pie del avión los féretros cubiertos con la bandera de Ecuador, que se colocaron luego en carrozas decoradas con flores y listones morados.
El avión militar, que inicialmente tenía prevista su llegada a las 8.30 locales (13.30 GMT) llegó con casi dos horas de retraso por problemas de agenda en la salida del aparato desde Ecuador. Por ello, a su llegada, el canciller José Valencia, que le había estado esperando, ya se había marchado del aeropuerto. Tampoco llegó a tiempo para el aterrizaje la ministra de Justicia, Alvarado, constató Efe.
Los restos de Villacís y Velasco fueron hallados en una fosa en el departamento colombiano de Nariño (suroeste), y el director del Instituto de Medicina Legal de Colombia, Carlos Valdés, confirmó el miércoles que se trataba de los dos ecuatorianos.
El secuestro fue notificado el pasado 17 de abril por el Gobierno de Quito, que divulgó en ese momento un vídeo que le había llegado. Ante las criticas, Alvarado pidió al país «permanecer unido» y respetar el difícil momento por el que atraviesan los parientes de la pareja asesinada «en Colombia» y cuyos cuerpos serán enterrados el próximo domingo en el cementerio de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Con la identificación de los cuerpos de Oscar Villacís, de 24 años, y Katty Velasco, de 20, ya son nueve los ecuatorianos muertos por rebeldes apartados del acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno colombiano y la otrora guerrilla comunista, entre ellos miembros del grupo de prensa del diario El Comercio de Quito y militares. «La necropsia médico-legal realizada demostró que la muerte ocurrió como consecuencia de múltiples heridas producidas por arma cortante y corto punzante en ambos cuerpos a nivel de cuello y tórax», explicó el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Valdés, en rueda de prensa en la ciudad de Pasto.
Los cuerpos de la pareja de ecuatorianos, cuyo gobierno anunció su rapto en una zona común el 17 de abril, fueron hallados el martes en el municipio de Barbacoas, departamento de Nariño, que tiene la mayor área de narcocultivos del mundo.
El funcionario aseguró que «el tiempo de la muerte» es de «aproximadamente dos meses», y la causa «es anemia aguda, secundaria a la lesión producida por estos cortes en los vasos sanguíneos».
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