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ana moriyón
Martes, 23 de mayo 2017, 14:00
«Los niños llegaban al hotel muy asustados. Habían escuchado una explosión y echaron a correr, pero en un principio nadie sabía qué había ocurrido realmente. No supimos hasta unos minutos más tarde que había sido un atentado». El relato es de Álvaro Ornia, un ovetense afincado en Manchester desde hace más de dos años que, hace algo más de uno, trabaja en la recepción del hotel Britannia, un equipamiento hotelero situado a unos ochocientos metros del Manchester Arena, donde anoche una explosión de una bomba truncó la vida a una veintena de personas, entre ellos niños, que disfrutaban del concierto de Ariana Grande.
Ornia se encontraba en su puesto de trabajo cuando empezaron a telefonear padres preocupados consultando si sus hijos ya habían llegado al hotel que, por su cercanía al Manchester Arena, tienen una gran aceptación entre el público de los conciertos que se celebran con mucha frecuencia en este equipamiento. «Es un hotel de 360 habitaciones y teníamos entre quince y veinte personas que se habían trasladado a la ciudad para ir a este concierto», explica. Él mismo es un apasionado de la música en directo y en el último año ha ido a cuatro conciertos en este lugar. «Esta mañana tenía el 'wasap' reventado porque mi familia y mis amigos saben que voy a muchos conciertos allí. Pero esto nos puede pasar aquí o en Madrid. No podemos dejar de hacer cosas».
José Manuel Martínez lleva tres años viviendo en Manchester y su casa está a escasos 300 metros del escenario de la barbarie. No escuchó la explosión porque, en el momento del atentado, se encontraba un poco más alejado, cenando en un restaurante próximo. Sin embargo, supo que algo grave había pasado por el "despliegue inusual" de servicios de emergencia que, de pronto, comenzó a escucharse en el centro de la ciudad. Poco después, rememora, empezaron a entrar en el restaurante personas desencajadas, llorando, pidiendo teléfonos para comunicarse con sus familiares". Aun está consternado por lo sucedido.
José Manuel Martínez es entrenador de fútbol y natural de León, pero está muy vinculado con el Principado, donde residió durante más de dos décadas. Consciente de que el Reino Unido, donde continúa con sus proyectos futbolísticos, es un objetivo claro del Estado Islámico, reconoce que nunca te esperas que pueda ocurrir un atentado de estas características tan cerca de tu propia casa y mucho menos en un concierto con gente tan joven. Es muy difícil de asimilar", declara Martínez. "Existe un estado de nerviosismo general en la ciudad, la gente está muy alterada y muchos comercios han cerrado", describe, al tiempo que celebra que, por otro lado, los vecinos se están volcando con las víctimas donando sangre y ofreciendo alojamiento. "El inglés es gente muy solidaria", agradece.
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