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La tecnología no deja de avanzar y para muestra, la noticia conocida este mismo martes sobre el exitoso implante de un chip cerebral en humanos impulsado por Elon Musk. El progreso va hacia funcionalidades cada vez más libre de agentes externos para realizar las ... tareas más cotidianas. El inicio de una nueva era digital ofrece soluciones para simplificarnos la vida, como prescindir de las tarjetas de crédito para pagar en los establecimientos.
Una de las innovaciones recientes y más sorprendentes es la posibilidad de pagar usando únicamente la palma de mano. Un avance que parece futurista, pero ya es toda una realidad. Erik Garabaya, Un asturiano afincado en Estados Unidos, muestra en un vídeo colgado en la red social Threads cómo paga su compra en una conocida cadena de alimentos tan solo acercando la palma de su mano al aparato.
El proceso es sencillo y práctico. La autenticación por biometría ha de hacerse previo registro en una plataforma asociando una tarjeta de crédito o débito y proporcionando un número de teléfono móvil. A continuación, y para completar el proceso será necesario acudir a un establecimiento donde tengan el dispositivo adecuado para registrar la palma de la mano y desde ese momento tan solo acercando la mano se podrá pagar cualquier compra.
Las ventajas de pagar con la mano conllevan mayor seguridad ya que replicar o falsificar una parte de nuestro cuerpo es casi imposible por lo que los fraudes se ven reducidos. Asimismo, ya no será necesario portar tarjetas ni dinero en efectivo y la accesibilidad se ve aumentada.
Esta implementación de tecnología de pago con la mano trae consigo la recopilación de datos privados y por ende se cuestiona desde la ética hasta qué punto esta información debe ser almacenada y usada. Por el momento ya hay empresas que piensan en la posibilidad de implantar un microchip en la mano para realizar pagos NFC sin tener que aportar datos biométricos.
El peso de este microchip no llega a 1 gramo, tiene una duración de 25 años y funciona sin batería. Ya se puede adquirir por Internet a un precio de 249 euros y tras insertarlo en la mano el usuario se tendrá que descargar una aplicación para sincronizarlo. A partir de entonces podrá pagar sin tener que llevar tarjetas o teléfono encima. 500 personas ya han optado por insertárselo y quienes lo llevan aseguran que lo han hecho por la comodidad que supone no cargar con un bolso o tener la seguridad de que no les van a robar el dinero.
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