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La artista catalana Itziar Castro, tristemente fallecida este viernes a los 46 años, descubrió gracias a las redes sociales, más concretamente por X (antigua Twitter) y a través de una usuaria que padecía lipedema, una enfermedad crónica y aún sin cura que afecta ... casi exclusivamente a las mujeres.
El lipedema fue reconocido como enfermedad por la OMS hace cinco años e identificada ya en la década de 1940 como una acumulación anormal de tejido adiposo subcutáneo en las piernas, y en ocasiones en los brazos, que dificulta la vida de la paciente ya que su silueta se muestra descompensada, siendo la mitad inferior del cuerpo más gruesa que la superior.
Esta patología, según indican los expertos, está asociada a los cambios hormonales femeninos y suele desarrollarse en edades muy tempranas como la pubertad o en etapas como el embarazo o la menopausia, cuando hay cambios hormonales muy significativos.
El tratamiento es muy limitado y pasa por una intervención quirúrgica de liposucción asistida por pulverización de agua a presión suave y conocida como Water-Jet Assisted Liposuction (WAL), un complejo tratamiento al que la actriz Itziar Castro quiso someterse tras saber que padecía la enfermedad.
La intérprete de 'Vis a Vis', que según apuntan desde su agencia de representación podría haber fallecido por «un fallo cardiaco» recreaba en pandemia a través de sus redes sociales y desde su casa, una obra de arte de Botero. Tras muchos comentarios sobre su físico y su salud, una seguidora advirtió en ella que probablemente padecía una enfermedad desconocida y que afecta a las células. En el comentario se podía leer como la seguidora le informaba a la actriz de que esa enfermedad era «inflamatoria debido a la acumulación de grasa que colapsa el sistema linfático y produce un linfedema añadido. Existe dolor y sensibilidad, así como la tendencia a moratones».
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La actriz no dudó en ponerse en manos de un experto que confirmara el diagnóstico de que padecía esta enfermedad genética que afecta al 11 % de las mujeres españolas y que normalmente se confunde con la celulitis. En 2020 decidió someterse a la cirugía y siguió una estricta dieta antes de operarse por la que perdió 15 kilos en tres meses, tiempo en el que tuvo que pasar por drenajes linfáticos para reducir el edema y el volumen de sus piernas para pasar por quirófano.
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La catalana quiso dejar claro en su momento que aquella operación era por motivos de salud y no por estética, pero no todo fue como esperaba, ya que finalmente los médicos decidieron que esa cirugía no era factible por un problema con la intubación. «Soy grande por fuera, pequeña por dentro y no ha sido factible intubarme, así que tenemos que… ¡otra oportunidad, otra oportunidad! Os iré explicando, pero los médicos son muy buenos y me tienen muy bien cuidada», escribía la actriz tras cancelarse su operación para añadir el agradecimiento por dar visibilidad a una enfermedad desconocida y que gracias a ella muchas mujeres podrían detectar.
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