Fallece Massimo Stecchini, pareja de Marisol desde hace más de tres décadas

La repentina muerte de Massimo, que el día 20 de este mes de septiembre iba a cumplir 64 años, ha causado un profundo pesar en sus familiares y amigos. Siempre se caracterizó por desempeñar un papel casi anónimo, a la sombra de la que ha sido su compañera durante las últimas trés décadas, a la que ha acompañado especialmente desde su retirada voluntaria de la vida pública.

En varias ocasiones, a Massimo le ha tocado en los últimos años ejercer de portavoz de Pepa Flores, ya que la artista ha declinado cualquier tipo de invitación a aparecer en un acto público. De hecho, no fue a recoger en persona el Goya de Honor que le entregó la Academia de Cine de España en una gala celebrada en 2020 en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena. Sus hijas acudieron a recibir este galardón en su nombre.

Massimo se ha encargado de hacer de parapeto para periodistas que intentaban captar alguna imagen o declaración de Pepa Flores en las proximidades de su vivienda, y de filtrar para rechazar amablemente las propuestas de proyectos profesionales que le llegaban. La pizzería Trastevere, en la avenida de Cánovas del Castillo, uno de los primeros negocios de comida italiana en Málaga, ha recibido en estos años a clientes que entregaban cartas y flores con el objetivo de que los propietarios del restaurante se los hicieran llegar a Marisol.

Alto, delgado, de barba canosa y siempre sonriente, Massimo Stecchini ha dado a Pepa la tranquilidad y el sosiego que ella deseaba. Se conocieron cuando la malagueña regresó a su ciudad natal tras el divorcio con el bailarín y coreógrafo Antonio Gades. Pepa Flores decidió entonces dedicarse por entero al cuidado de sus tres hijas, María, Celia y Tamara. Entre los amigos que la arroparon en su vuelta a Málaga estaba Massimo, once años más joven que ella y del que la cautivó su arrolladora simpatía.

Se fueron conociendo poco a poco y el tiempo consolidó la pareja como la más estable de la vida de Pepa Flores. En los últimos años se les pudo ver dando paseos por el paseo marítimo de La Malagueta, zona de Málaga que compartían con una finca cerca de Moclinejo en la que cuidaban del huerto y las gallinas. Curiosamente, su primer encuentro se produjo muchos años antes del que dio pie a su unión como pareja. En 1962, cuando Marisol regresó a Málaga de visita tras el éxito arrollador de sus primeras películas, se hizo una foto con un niño de tres años en sus brazos. Aquella Pepa Flores de 14 años no podía imaginar que, décadas después, ese pequeño sería su compañero sentimental.

Con la repentina pérdida de Massimo Stecchini, Pepa Flores 'Marisol', de 75 años, pierde al que ha sido su principal apoyo y confidente en las últimas décadas, la pareja fiel y discreta que la ha acompañado durante su deseado retiro en su piso de La Malagueta.