Abstenerse total o parcialmente de comer o beber. Así define la RAE la palabra «ayunar», un hábito que siguen miles de personas como método para conseguir una buena salud y bajar de peso. Aunque no se define como una dieta, los que practican el ayuno ... intermitente aseguran que entre sus beneficios están el aumento de energía, la mejora de enfermedades como la diabetes tipo 2 y un restablecimiento de las defensas eso sí, realizándolo de manera correcta y siempre que se cumplan unos requisitos de salud adecuados.
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Por voluntad propia se decide prescindir durante un tiempo al día de alimentos que sacien el hambre. Esto puede durar incluso semanas, aunque lo habitual es que se ayune durante unas horas al día y en las llamadas 'ventanas' se pueda comer de manera normal. Toda persona sin darse cuenta ya está realizando un ayuno intermitente ya que cuando duerme durante ocho horas no come y tras ello comienza como la propia palabra indica con el desayuno.
El ayuno intermitente más habitual consiste en no comer alimentos durante 12 horas. Esto es sencillo si contamos que ocho ya las pasamos durmiendo, por lo que, si una persona se acuesta a las 12 de la noche y se levanta a las 8, a mediodía ya puede comer. Durante esas horas de ayuno lo único que podrá tomar será agua, café solo o bebidas como el té, que no rompen el ayuno.
Es el más conocido y también llamado 'Leangains'. Se ayuna durante 16 horas entre las que se incluye el sueño y se come en la ventana de 8 horas.
Dos días a la semana se reduce la cantidad de ingesta de calorías a valores entre 500 y 600, lo que reduce drásticamente las recomendadas diariamente. Este otro método también se combina con días completos sin comer y otros que comes lo que quieras las 24 horas.
No solamente ayuda a adelgazar si no que se fuerza al cuerpo a tirar de las reservas energéticas ayudando al metabolismo mejorando la resistencia a la insulina, por ejemplo. Además, estudios afirman que la hormona del crecimiento aumenta ya que acelera la síntesis de proteína por lo que quema grasa más fácilmente y aumenta el músculo.
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Un beneficio para la salud es que el ayuno crea una autofagia y elimina las células dañadas del organismo ayudando así a la regeneración de tejidos.
Todo ello combinado con el ejercicio y un buen entrenamiento de fuerza hacen del ayuno intermitente un aliado beneficioso para el cuerpo ya que también contribuye a procesar mejor los alimentos.
No obstante, para realizar el ayuno intermitente es necesario poseer un buen estado de salud y pedir consejo médico antes de comenzar ya que no es adecuado para todo el mundo.
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