Cómo gastar menos en calefacción: cuatro trucos fáciles para ahorrar unos euros

Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) el 47 % de la energía de un hogar durante el invierno corresponde a la calefacción y por ello, sin importar el tipo de energía que uses para calentar tu hogar, aquí van unos consejos para ahorrar en calefacción:

• Ventilar en las horas de más luz solar: durante el día es importante captar los rayos de luz solar por escasos que sean por lo que retirar las cortinas ayudará a calentar de manera natural el entorno.

• Ventila solo el tiempo necesario: lo habitual es hacerlo por la mañana, pero al mediodía es la hora idónea ya que la temperatura será mucho más elevada y no entrará el frío en casa.

• Cuida los radiadores: al menos una vez al año es necesario realizar una purga para evitar que se acumulen las burbujas de aire e impidan el paso del calor. No cubras los radiadores ya que esto hará que necesite más energía para calentar la estancia.

• Invierte en aislamiento: techos, paredes y suelos deberán ser lo más eficientes para que el calor no se escape. Puedes poner burletes en las ventanas e incluso cubrir los cristales con papel de burbuja, lo que ayudará a que la condensación no se produzca. Hasta casi un 30 % de las pérdidas de calor que se producen en los hogares se debe a un mal sistema de aislamiento por lo que la eficiencia energética es la mayor inversión si quieres ahorrar en energía.

Además de todos los consejos anteriores, elegir el tipo de calefacción acorde a las necesidades de cada hogar y del presupuesto resulta fundamental. Por ello, existen consejos específicos para la calefacción de gas, de gasoil, de condensación o eléctrica.

• Si tienes calefacción de gasoil: lo importante es saber cuándo comprar el gasoil ya que los precios varían en función del momento por lo que comparar precios es primordial si quieres que tu bolsillo no se resienta. Además, cada comunidad autónoma tiene sus propios precios para el gasoil por lo que informarse de las tarifas de todo el país es una buena opción para ahorrar costes.

El gasoil se puede obtener en las gasolineras y cada comercializadora tiene su propio precio, aunque al ser un tipo de gasoil bonificado suele ser parecido en todos los establecimientos. Algunas empresas ofrecen comprarlo por Internet como es el caso de Repsol, que también lo lleva a domicilio.

• Si tienes calefacción de gas: es la más similar a la de gasoil por lo que realizar las inspecciones regulares de la caldera de gas ayudará a mantenerla en buen estado para que no desperdicie gas ni energía para calentar el hogar. Además, existen tarifas reguladas por el Gobierno a las que acogerse para ahorrar unos euros ya que actualmente casi un 32 % de los hogares tienen este sistema de calefacción ya sea de gas propano o butano, estas últimas las opciones más económicas.

• Si tienes caldera de condensación: estas calderas se comenzaron a implementar con gran éxito debido a que usan la condensación de vapor de agua de la combustión y permiten ahorrar más energía que las dos anteriores y que la calefacción eléctrica. Este sistema calienta el ambiente de manera muy regular y constante. Su gran desventaja: su elevado coste de instalación.

• Si tienes calefacción eléctrica: la calefacción eléctrica sigue siendo habitual en los hogares porque no requiere grandes instalaciones ni obras. La precaución que se debe tener en este tipo de calefacciones es vigilar el precio de la luz y las horas en las cuales encendemos el radiador eléctrico ya que habrá que estar atento al precio del kilovatio.

• Si tienes calefacción de leña o carbón: en algunos pueblos todavía es habitual ver este tipo de instalaciones que funcionan con combustibles sólidos y se alimentan de carbón, pellets o madera. Su instalación y mantenimiento suele ser más laborioso ya que debemos contar con buena ventilación en los hogares para la salida de humos y asegurarnos de contar con toda la madera necesaria para los meses de invierno. Por ello, hacerse con un buen acopio de ella es fundamental si queremos usar esta calefacción en invierno. Guardar la leña en un lugar seco y a resguardo de la lluvia para que arda en el menos tiempo posible y así ahorrar energía.