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Echando mano del refranero popular, la locución 'ser perro viejo' alude a la persona que sabe mucho de la vida y que es difícil de ... engañar al tener mucha experiencia. Y resulta que Dani Rodríguez ya la acumula en el sector hostelero al contabilizar ocho bares en su haber. Cuando hace unos meses hubo de echar la llave al Weekend por razones ajenas a su voluntad, parecía que su desencanto iba a ser de larga duración. Pero nada más lejos de la realidad, pues ya ha puesto en marcha un bar al que, precisamente, ha llamado Perro Viejo.
A su inauguración acudieron numerosos amigos y clientes, además de representantes comerciales como Diego Lechuga y Juanje Martínez, de Brugal; Sergio Álvarez, de Schweppes; y Marcos, del grupo Heineken. A los que recibió con el que será su lema: 'Lo importante no es volver, sino volver más fuertes'.
Un pensamiento que también ronda por la cabeza de un grupo de señoras que cada verano se reúnen en la terraza del Faro del Piles para jugar al parchís. Llegado el momento de despedir la temporada, vestidas de blanco y dando buena cuenta de una paella, quedó apalabrado el regreso para 2025, con el agradecimiento a Joaquín Ordiales y a su hijo Adrián por el trato recibido. María Jesús Villazón y Geli Candás fueron las organizadoras.
El verbo volver también es aplicable a las populares catas del restaurante Zascandil, que regresan con convocatorias mensuales. De la mano de su chef José Luis Camacho y de bodegas Lagar de Pintos (D.O. Rías Baixas), representada por su director comercial, tuvo lugar la de este mes de de septiembre. Además del maridaje de vino y gastronomía, se pueden contemplar las obras de temática japonesa del pintor David Marcos, que cuelgan en sus paredes.
Combinar platos y bebidas es, asimismo, una de las propuestas habituales en el espacio Umami que dirigen el chef Matoso y Andrea Larriba. Como también lo son las cenas musicales, como la organizada a base de platos y coctelería mexicana y el concierto del dúo Gill&Him.
Boda en La Riega
Ana Ordás es enfermera y gijonesa y Laura López es médico y nació en Albacete. Ambas trabajan en el Hospital Universitario de Toledo, ciudad en la que han fijado su residencia. Y, decididas a contraer matrimonio, no dudaron en elegir Gijón para compartir con sus invitados un acontecimiento tan feliz. De casarlas se encargó el notario Carlos Cortiñas, mientras su amiga Ángela Muñoz leyó las palabras de compromiso. Un fin de semana cargado de cariño y de sorpresas, con una fiesta pre-boda en la terraza Pantai y un banquete nupcial en el Palacio de la Riega del que disfrutaron muchos de sus compañeros de Universidad y del trabajo hospitalario.
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