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Rebeca Blanco, María López, Julio Herrera y Marco Antonio Barriuso posan ante algunos de los trabajos que han realizado los residentes. FOTOS: DAMIÁN ARIENZA
«Vivimos el momento con una ilusión muy grande»

«Vivimos el momento con una ilusión muy grande»

Sanatorio Marítimo. Pese a vivir el momento con cierto nerviosismo, afronta la Navidad con ornamentos, talleres y mucha ilusión

Domingo, 12 de diciembre 2021, 15:47

Aunque este año, nuevamente, no se podrá exhibir su famoso belén, las instalaciones del Sanatorio Martítimo lucen con decoraciones muy trabajadas, en las que los residentes se implican apasionadamente. Las cajas de cartón se han convertido en un árbol de Navidad que se ubica en una de las salas, en las que, por cierto, ayer, había una gran concentración. «Estamos jugando a 'Pasapalabra'», dice Javier Martínez, el monitor. También un montón de libros se han convertido en un abeto navideño y por las paredes hay mensajes y dibujos. Pero aún quedan unos días para terminar los últimos detalles y el espacio habitualmente destinado a tareas de psicomotricidad, lectura y bingo se ha reconvertido en un taller de manualidades. Allí se afanan en dar una mano de pintura a unas pinzas que se han transformado en estrellas o a unos trozos de papel que simulan bolas ornamentales. «Soy muy feliz haciendo todo esto y no me canso, pero hay que picarlo poco a poco», cuenta Enrique Menéndez, mientras corta papeles en tiras a las que va dando forma. El centro es su vida. Nació en Bélgica, pero su madre «era de Cimavilla y mi padre hacía cristal de Bohemia». Desde los 3 hasta los 20 años estuvo en este centro, luego pasó a otro y al morir su madre se integró de nuevo en el Marítimo. De eso hace ya un cuarto de siglo. «Aquí es donde vivo mejor, aunque tengo hermanos y los veo». Solo se pone triste «cuando le pasa algo a un familiar mío».

Pendientes unos de otros

Pero cuando se trasluce algún momento de bajón siempre hay alguien al lado que busca contagiar la alegría. Monitores, dirección y compañeros. Por eso, pese a que Javier Pirs no está en su mejor momento, sabe que no vive solo su dolor. Este verano falleció su madre y 'su gran familia', la del centro, está muy pendiente de él. «Se está haciendo el fuerte», asegura el director, Eloy Castelo. Tiene 44 años y llegó con 26, es hijo único y su padre acude a verle con cierta frecuencia. «Soy uno de los veteranos, esta es mi casa». Junto a él, Iván Horcadaja, reconoce que «lloro alguna vez, soy muy sensible, pero aquí somos casi todos amigos y eso te ayuda». Tiene 34 años, llegó a los 14, tras pasar por distintas instituciones y sigue añorando a una familia a la que nunca conoció. Dice que está muy emocionado, porque «tengo novia nueva, se llama Diana, es pequeñina, de ojos azules». También porque adora la Navidad y ya tiene hecha su lista para los Reyes Magos.

Casi todos la tienen ya finalizada. «Es una ilusión grandísima para ellos», cuenta Castelo, quien matiza el equilibrio que siempre se establece a la hora de otorgar los regalos. También, asegura, es muy importante mantener ese espíritu navideño, porque les motiva y les impulsa a la creatividad».

Pero hay que estar al día porque la mayor parte de las peticiones está vinculada a los aparatos electrónicos de moda, a las últimas novedades. Y de todo ello hay que estar muy pendientes. «Piden poco, lo que está de moda, ellos viven el momento».

Eso sí, ya han propuesto los menús para Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, en los que no faltan los entremeses, cremas de marisco y tartas especiales.

La cena del Begoña

¿Cuando todo se normalice qué os gustaría hacer primero? No hay duda: «La cena que tenemos pendiente». Una cita en el Hotel Begoña en la que se reunían unas 160 personas y que terminaba con música. «Les gusta mucho porque se juntan todos y eso es algo que necesitan, verse», dice Castelo. «Aunque sea en marzo, la hacemos igual», matiza Ángel Bulnes, quien recuerda emocionado cuando fue a ver a Camilo, a Avilés. «Estuvo guapísimo». A su lado, Iván le dice que él también fue a ver a Pablo Alborán y «nos recibió en su camerino». La música es una de sus pasiones. Ángel está entusiasmado con cadena Dial y pide el cedé que acaba de salir para el 6 de enero. Javier «es el más tradicional» y se decanta por Vicente Díaz.

Termina la conversación en la cafetería donde se exhiben tres cestas de navidad que serán sorteadas. También, en la pared de al lado, un buen número de mensajes y fotos que han recibido de distintos centros y personas para animarles en tiempos de pandemia.

Nos vamos con los aplausos que nos brindan a EL COMERCIO, con un mensaje de Javi, Iván y Ángel: «Que estén todos tranquilos, que tarde o temprano todo pasará», y con la alegría de quienes, desde su hogar, contagian el espíritu navideño.

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