![Despedida en Gijón a Pedro González Fuentes: «Tuvo una vida llena de cosas buenas»](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/201804/30/media/cortadas/funeral-somio%20(1)-kgPD-U501775334325MWC-624x385@El%20Comercio.jpg)
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«Los funerales siempre son algo triste» para quienes han de seguir adelante. Suponen la separación, el adiós definitivo. «¿Cómo no va a haber lágrimas?». Pero en algunas ocasiones –lo decía este lunes el párroco de San Julián de Somió, Luis Muiña,- el fin llega como le llegó a Pedro González Fuentes, a los 93 años, «rodeado de aquellos a quienes más quería», de su esposa Charo, con quien compartió «tantos años de matrimonio», de sus hijos, de sus nietos. Tras una experiencia vital plena. Ante una ciudad agradecida. Y en esos casos como el de González Fuentes, «se trata de un final feliz, tras una vida llena de cosas buenas».
«Era una persona caritativa», recordaron de quien encabezó el grupo de gijoneses que en 1971 puso en marcha la delegación asturiana de Unicef, una de las primeras ONG que comenzaron a funcionar en el Principado. Así, ensalzaron el «afán de ayuda a los demás» de quien estuvo al frente de la Asociación Gijonesa de Caridad, organización responsable de la Cocina Económica, que presidió durante trece años.
No fue una casualidad que Muiña eligiese el pasaje de San Mateo que habla de dar de comer al hambriento, de beber al sediento. Durante toda su vida, Pedro, 'Pedrón' le llamaban sus amigos, dio muestra de una gran implicación con la sociedad gijonesa y ayer algunas de sus caras más reconocidas quisieron despedirle. El empresario Luis Adaro de Jove, el magistrado del TSJA Ángel Aznárez, los letrados Carlos Meana y Guillermo Quirós –también expresidente de la Cámara de Comercio–, el director de la Feria Internacional de Muestras, Álvaro Muñiz, o los colaboradores de EL COMERCIO, Janel Cuesta y Bernardo Canga, son algunos de quienes llenaron San Julián durante el funeral.
No podían faltar, tampoco, su sucesor y actual presidente de la Asociación Gijonesa de Caridad, Luis Torres, ni el expresidente de su amado Real Sporting Manuel Vega-Arango. Este último charló a la puerta de la iglesia con dos de los futbolistas que engrandecieron el equipo, Javier Uría y Manolo Jiménez. Fue precisamente González Fuentes quien, como miembro de la directiva sportinguista, viajó a Argentina en 1975 para 'atar' a Ferrero.
Por tantas cosas, seguirá en el recuerdo de todos. «La muerte no es nada. Yo solo me he ido a la habitación de al lado», concluyó su familia, citando a San Agustín.
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