El verano se despide a lo grande en Gijón

Despedida por la puerta grande. Un verano para enmarcar, como el vivido, tenía que poner el broche final, como lo hizo este miércoles, con temperaturas máximas de 24 grados y una playa de San Lorenzo muy animada con todo tipo de usuarios. De toalla, bañistas, paseantes, surfistas, lectores de silla y sombrilla... «Esto es un lujo, un auténtico lujo. Esto es el paraíso», subrayaba ayer un asiduo, Rafael González, mientras recorría la briosa orilla al filo de las dos de la tarde. Para entonces ya lucía en todo el arenal la bandera roja, pues la mar rugía con fuerza y la resaca era de aúpa. «Solo os podéis meter hasta la rodilla», precisaba un socorrista a la altura de la Escalerona. «No más. ¡Mirad cómo está!», apostillaba ante un grupo de potenciales bañistas.

La jornada arrancó con bandera amarilla. Los madrugadores pudieron meterse al agua con precaución, pues la mar apretaba. Pero al cabo de un par de horas el equipo de salvamento comprobó que la situación podía dar algún disgusto y decidió poner la roja a la una de la tarde. Desde entonces, primó el paseo, el remojo prudente y la expansión de los surfistas, que aprovecharon la coyuntura para meterse también desde la escalera 1, junto a San Pedro, y coger olas en un territorio comanche para sus intereses en circunstancias normales.

La pleamar, siguen las mareonas de septiembre, había azotado el Muro con fuerza desde las ocho de la mañana. Cuando llegó la bajamar, dos grandes boyas amarillas aparecieron encalladas en la orilla, una a la altura de la escalera 9 y otra de la 11, arrastradas por el oleaje. Se trata de las boyas que separan la zona de baños de la de navegación. «Esto tiene mucho peligro porque si viene con una ola y te pilla bañándote pueden darte en la cara y hacerte una avería», contaba un nadador aficionado a meterse mar adentro.

En la Rampla el comentario era generalizado. «Esto es una maravilla. ¡Hasta que el cuerpo aguante vamos a estar!». Hoy entra el otoño en el calendario. ¿Tropical? Anuncian 21 de máxima y lluvia (acaso solo para cumplir con el calendario).

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