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OLAYA SUÁREZ
GIJÓN.
Miércoles, 23 de noviembre 2022, 00:25
Los vecinos de las parroquias rurales afectadas por la oleada de robos estudian tomar medidas contundentes para exigir más seguridad con la que atajar ... los continuos asaltos en chalés. Preparan, entre otras protestas, una marcha verde con la que escenificar su «indignación».
«Nos están tomando el pelo, se están pasando la pelota unos a otros y lo cierto es que casi no nos atrevemos ni a salir de casa por miedo a que nos entren», clamaban ayer los vecinos de Castiello, reunidos en la plaza del Curullu para «hacer ver a las autoridades que es un problema general, no episodios aislados y que nosotros somos igual de ciudadanos que los de la zona urbana», critican. Porque uno de los aspectos en los que hacen mayor hincapié es «el abandono al que tienen sometida a la zona rural desde hace años, ahora son los robos, pero es solo la punta del iceberg, nos tienen abandonados», lamentan.
El vicepresidente de la asociación vecinal de Castiello, Andrés Alonso, asegura que «llegaremos hasta donde haya que llegar para que nos tengan en cuenta y no nos sigan tomando el pelo». Según explica, mantuvieron el día 4 de noviembre una reunión con el concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Fernández, y «nos dio todo excusas, nos dijo que los robos no eran de su competencia y que tampoco podían poner cámaras, cuando luego en la delegación del gobierno nos dijeron que esas cámaras las tiene que solicitar el Ayuntamiento».
Desde la Federación de Asociaciones Rurales 'Les Caseríes' han solicitado por registro la instalación de esas cámaras «disuasorias y para investigación». Piden la colocación de esos dispositivos en puntos estratégicos de las parroquias más afectadas por los robos, como Somió, Castiello, Deva, Cabueñes y también en Granda y Santurio.
«Lo que no pueden hacer es seguir como que no pasase nada porque sí pasa, solo en Castiello han robado en quince chalés en las últimas semanas...», dice José María Rubiera, presidente de la asociación de vecinos. Hoy mantendrán una reunión en 'Les Caseríes' para abordar las posibles movilizaciones. «Algo tenemos que hacer porque la gente está atemorizada», abunda.
Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil vigilan las zonas 'calientes' donde la 'banda del Mercedes' ha dejado su vertiginoso rastro delincuencial en los dos últimos meses. «Patrullan por las parroquias, pero no los pillan y ellos siguen por la zona, nos los cruzamos hace todavía dos días cuando bajábamos a Gijón», dice Luisa Fernanda Bances.
Las fuerzas de seguridad siguen la pista a la banda criminal que se desplaza en un Mercedes de color gris y al que cambian las placas falsas de la matrícula con frecuencia. Su imagen quedó registrada en una gasolinera en Nava. También la de uno de los presuntos asaltantes, cuya fotografía está repartida entre los coches patrullas. El amplio dispositivo policial no ha permitido, sin embargo, detenerlos por el momento. En varias ocasiones ha llegado a tener contacto visual con los asaltantes, pero lograron escapar.
En una de las ocasiones estuvieron a punto de interceptarlos en la carretera Piles-Infanzón, cuando la propietaria de una vivienda los sorprendió dentro cuando llegó a casa a última hora de la tarde de un viernes. Salieron precipitadamente de la casa y en su huida se encontraron con un coche patrulla que acudía a la llamada de la dueña de la vivienda. Consiguieron zafarse. También en la parroquia de Santurio, cuando se cruzaron con un motorista de la Policía Local. El agente sufrió un accidente leve al intentar perseguirlos y caer de la motocicleta.
En el dispositivo especial orientado a localizarles y detenerles participan prácticamente todas las patrullas de la Policía Nacional y Local de servicio. También policías de paisano. «Son muy escurridizos y se sienten seguros para seguir robando porque después de muchos asaltos siguen sin caer», explican fuentes policiales.
Una de las peculiaridades de esta banda especializada en el robo en viviendas habitadas es la reiteración delictiva en tan poco tiempo en un área reducida como es el concejo de Gijón. La rentabilidad de los robos (donde buscan dinero en efectivo y joyas) y el hecho de que no los hayan detenido, habría motivado que no cambien de región para seguir cometiendo sus delitos.
Los vecinos de Castiello encuentran semejanzas con el temor que vivieron hace aproximadamente dos décadas cuando se registró otra oleada de robos. En aquella ocasión, los ladrones utilizaban sprays con los que dormían a los moradores para saquearles la vivienda mientras estaban inconscientes. «No vivíamos algo similar desde hace muchos años, todos los años hay algún robo aislado, pero nada comparado con lo que está pasando ahora», considera Esperanza Santos.
En la reunión de hoy por la tarde de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural 'Les Caseríes' delimitarán las medidas a seguir para «sentirnos seguros en nuestras propias casas», dicen. Entre lo que mayor peso cobra, una nueva marcha verde como las que ya se vivieron en Gijón en 2003, 2004 y 2005 para expresar rechazo vecinal al PGOU.
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