Vecinos y empresarios lo ven como la consecuencia de haber actuado sin diálogo

Miguel Llanos, de Les Caseríes, celebra la decisión de la jueza y lamenta que el Ayuntamiento «decidiera sobre una cuestión que era importante para la zona rural sin haberla consensuado con nadie». Recuerda que su entidad «siempre ha defendido la circulación en doble sentido para no aislar a parroquias como Somió y Cabueñes», por lo que «vemos bien retomar la situación inicial». Precisamente desde Somió la asociación vecinal San Julián consideró «indignante y casi delictivo» que para la reposición inmediata del doble sentido sea necesaria una caución de 48.000 euros. «Es una vergüenza que tras hacer algo que saben que no era legal, no solo recurran al TSJA, sino que exijan que particulares tengan que pagar la obra de su bolsillo».

Tita Caravera, presidenta vecinal de La Arena, lamenta que el Muro vaya a volver a la situación anterior al verano de 2020. «En nuestra asociación seguimos apostando por que haya un solo carril y que, en un futuro no muy lejano, el Muro sea peatonal». Confía no obstante en que el Ayuntamiento no dé marcha atrás en el proyecto de reforma que tiene ahora sobre la mesa. Por su parte Maite Martín, de la asociación vecinal Jovellanos de la zona centro, señala que «lo peor es que todo esto nos cuesta mucho dinero a los contribuyentes» y ve necesario «un estudio que realmente sea serio y concluyente donde se diga que es lo mejor para esa zona» en lo que respecta al número de carriles.

Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio, señala que la entidad cameral «mantenía el criterio de recuperar el tráfico en doble sentido porque entiende que es la opción más adecuada para la movilidad de la ciudad, como una ronda norte que vertebra Gijón de este a oeste». Añade que eso «es compatible con otras formas de movilidad, con el espacio peatonal y con usos hosteleros». Y cree que «ahora lo que urge es hacer una actuación global, y acorde a las necesidades, sobre la principal arteria y fachada de la ciudad».

Una opinión parecida mostró Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes. «Este auto es un paso más para solicitar del gobierno municipal una reflexión importante sobre el proyecto del Muro tal como lo han venido defendiendo. Es el momento de pensar y dialogar una solución que favorezca una ciudad más limpia y sostenible, pero que no sea una fuente permanente de conflicto», apuntó. Y recordó que en todos los foros han defendido que en el Muro «hay espacio suficiente para la peatonalización, el disfrute, la actividad económica y el doble sentido».

El fallo recibió el rechazo del colectivo ciclista 30 Días en Bici, desde donde Carlos Rodríguez lamenta que «en todas las ciudades haya siempre una minoría gritona que está dispuesta a cualquier cosa para mantener el privilegio exorbitante del coche sobre el espacio para la gente». Considera que «quienes hoy están aplaudiendo esta decisión, dentro de cuatro días se van a dar cuenta de que el Muro estaba mejor ahora».