«La gente está con miedo, no sabes cuándo te van a entrar», insisten los vecinos de Castiello

La alerta policial en las parroquias rurales no se detiene. Otra jornada más, las labores de vigilancia y control de los accesos fueron la prioridad del operativo en el que Policía Local, Nacional y Guardia Civil cooperan para frenar el aluvión de robos que desde verano trae por el camino de la amargura a las parroquias de Cabueñes, Deva, Castiello, Somió y Santurio, entre otras. «La gente está con miedo, no sabes cuándo te van a entrar en casa», reconoce el presidente del colectivo vecinal de Castiello, José María Rubiera. El dispositivo no dio con ninguno de los asaltantes, ni siquiera ayer llegó a producirse alguna falsa alarma como la que el jueves cerró los accesos a la ciudad al encontrar un coche sospechoso circulando por las parroquias.

«Yo si hay una única banda o alguna más no lo sé, lo que parece es que son muy listos», confiesa no sin pesar Rubiera tras comprobar que los ladrones han sido capaces de burlar las diferentes barreras de seguridad de las casas, primero, y los controles después, hasta ahora. «El otro día robaron de lunes que no solía pasar. Nos tienen un poco desconcertados», lamenta. Los vecinos de Castiello continúan unidos y se concentrarán hoy a las once de la mañana, en la plaza del Curullu, para denunciar la situación que viven desde hace tiempo.

El portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, calificó ayer los robos de las zonas rurales como «uno de los problemas que más preocupan a los gijoneses» y por ello pidió la instalación de sistemas de vigilancias. También criticó la «falta de voluntad» del Gobierno local para afrontar y abordar «este grave problema».