«Vamos a llevar la risa y alegría a todas las casas»

Miriam Herrero, Saray Díaz, Joel González y Marcos González son solo cuatro de los 50 miembros que componen la charanga La Última y Marchamos. «Somos un grupo de amigos juerguistas, con ganas de fiesta que siempre salíamos en carnaval. El pasado año, estuvimos en el de Villaviciosa unos cuantos y pensamos en crear una charanga».

Antes de que la idea tomara forma, llegó la pandemia y lejos de arrinconar el proyecto, se hizo más fuerte. «En Villaviciosa vimos que la noche se nos había hecho corta, así que había que tomar la última», bromean.

Desde entonces han hecho muchas cosas de forma telemática: torneos de parchís, retos, audiovisuales de canciones y hasta han colgado fotos de su primera comunión. «Queremos pasarlo bien y transmitir esa alegría, llevarla a cada casa. Si no se ríen con nosotros, que se rían de nosotros». Todas estas actividades que, aseguran, continuarán haciendo tras el carnaval, han sido «la mejor aspirina tras el final de cada día en este tiempo tan duro».

Por eso, adelantan que a lo largo de este antroxu «vamos a ofrecer cada día una sorpresa que gustará mucho». Su color distintivo será el naranja, y Octavio Augusto, la estatua que engalanarán en el Campo Valdés, «ni decimos cómo ni cuándo, solo que sorprenderá mucho».

La experiencia de 18 años les ha servido a Los Mazcaraos para irrumpir en el escenario carnavalesco de este singular 2021. Dos de sus componentes han sido asiduos y el confinamiento les animó a crear su propio grupo. Mario Pandiello, Alberto Lorido, Cristina Pérez y Alain Vilanova lucirán, junto al resto de sus compañeros, los colores naranja y morado en sus atuendos.

«Son dos colores que nos gustan mucho y que no abundan en las charangas». Dicen que la suya es de las más reducidas en número de componentes. «Somos 40, bueno cuarenta y medio porque hace cinco días nació el hijo de uno y ya lo hemos incorporado», pero presumen de «calidad y de ser polifacéticos. En nuestro grupo hay gente percusionista, quien escribe canciones, quien hace de modista, de atrezzo, bailarines, cantantes y otros que no son especialistas en nada y hacen de todo».

Huyen de liderazgos porque lo que persiguen es «pasarlo bien y transmitir ese sentimiento a todos, involucrar a la ciudad en un antroxu atípico y distinto a cuantos se han celebrado hasta ahora». Hay consenso para buscar el nombre de la changana, para los actos que harán, para las ideas que van surgiendo... «Se trata de juntarnos y hacer cosas en común». La plaza de La Habana será el escenario que engalanarán con motivos identificativos del carnaval.

Ambas formaciones se unieron ayer ante el Teatro Jovellanos, un lugar, al que en condiciones normales, acudirían con sus mejores galas y desplegando y demostrando sus capacidades artísticas y sus ganas de diversión. «No puede ser este año, pero lo volveremos a intentar para el próximo», avanzan.

Las redes sociales serán su escenario en esta ocasión. Coyuntura obliga. No pueden disimular un toque de nostalgia. «Tal día como hoy (por ayer) estaríamos nerviosos, preparándonos, ensayando en el Teatro y con los últimos preparativos para desfilar. Todo será distinto porque las condicines sanitarias no lo permiten, pero la diversión está asegurada».