Zona recreativa de la senda fluvial en donde se produjo la violación a primera hora de la mañana del lunes. CAROLINA SANTOS

«No vamos a dejar de venir por miedo»

La violación sufrida por una mujer de 40 años conmociona a las muchas ciudadanas que a diario hacen deporte por el transitado paseo | Las usuarias del parque fluvial reivindican el «derecho a salir solas a la hora que sea»

OLAYA SUÁREZ

GIJÓN.

Jueves, 29 de agosto 2019, 02:08

«Es intolerable que tengamos que andar con miedo y mirando para los lados cuando salimos a pasear o a correr». Las usuarias del parque fluvial no pueden evitar mostrarse «impresionadas» por la violación que sufrió una mujer de 40 años a primera hora del lunes cuando hacía deporte en la transitada ruta ... .

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«Esta es una zona muy tranquila. Yo llevo años viniendo a diario y nunca jamás tuve ningún susto. Eso no quita para que a determinadas horas que hay poca gente te cause un poco de respeto pasar por algunos sitios», dice Graciela Matilla, quien añade: «No voy a dejar de venir; ayer me preguntaban mis amigas si no tenía miedo por lo que había pasado, pero creo que no podemos quedar en casa y dejar de hacer cosas por temor a que nos pase algo. De ser así, no podríamos hacer vida normal y eso es muy injusto». Aún así, asegura que guarda «una serie de precauciones», como «avisar por la zona por la que voy a salir o ir a hablando por teléfono con alguien si paso por alguna zona que esté poco transitada, es inevitable no mirar para los lados».

María es aficionada a la bicicleta y otra habitual de la senda verde. «A pesar de que nunca me ha pasado nada, ni he tenido ningún susto, hoy sí que tenía un poco de miedo al ir sola. No es agradable saber que ha pasado lo que ha pasado en un lugar por que le voy casi todos los días», reflexiona.

Isabel Rodríguez, vecina de Viesques, sale a diario a correr sola por la senda fluvial, aunque evita hacerlo a horas en las que hay poca luz. «Si veo que hay poca gente por el sitio por el que voy corriendo, cambio y salgo a la carretera de Ceares o me acerco más a la zona con edificios, nunca he tenido ningún susto ni he visto nada raro, pero procuro tener cuidado, nunca sabes con quién te vas a encontrar...». Su amiga Inés Jiménez se muestra abiertamente indignada. «No sé por qué tenemos que tener que salir de casa mirando para todos los sitios por miedo a que nos ataquen, ya está bien, no podemos dejar de hacer cosas por miedo», considera esta vecina de Cimavilla.

La violación se produjo en el espacio recreativo ubicado entre La Coría y la carretera de Granda a Castiello, una zona abierta con bancos y mesas con gran afluencia los fines de semana. El agresor, tal y como adelantó ayer EL COMERCIO, actuó tapado con un pasamontañas y guantes para evitar que la víctima lo reconociese. Según el relato de la afectada, el individuo la asaltó en el camino, la amenazó con un arma blanca y la llevó a la fuerza hasta la vaguada anexa que limita con el río. Allí consumó la violación para luego huir dejando a la mujer herida.

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«Parece mentira que una ciudad tan segura como Gijón pasen estas cosas, da miedo pensar que le puede pasar a cualquiera», apunta Ana Rosa Prieto en un receso de su paseo en bici hasta La Camocha junto a un amigo. «Nunca me atrevería a venir zona sabiendo lo que pasó...», dice.

'Quedadas' por internet

La gijonesa Cristina Mitre, fundadora del movimiento 'Mujeres que corren', se muestra «apenada» por lo ocurrido en lugar que ella frecuenta cuando se encuentra en su ciudad natal. El pasado diciembre, junto a la compañía EdP, puso en marcha la plataforma digital Sincronizadas.com, que permite poner en contacto a corredoras para crear sus grupos de entrenamientos y no salir solas. «Sabíamos que correr solas era un obstáculo para muchas mujeres, de hecho, según una encuesta realizada entre 2.500 mujeres nueve de cada diez tienen miedo a correr solas», explica. «La plataforma no es la solución, es una herramienta. La solución pasa por que podamos salir solas sin miedo, pero mientras llega la plataforma es útil», puntualiza.

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El hecho de que la violación del parque fluvial se un hecho sin precedentes en Gijón no impide que las usuarias muestren su preocupación. «Yo salgo siempre sola, a la hora que sea, y siempre voy sin miedo. Si algo tiene esta ciudad es que es muy segura, pero claro, ves estas cosas y si antes no tenías ningún tipo de problema en salir a las siete de la mañana, a lo mejor ahora te lo piensas dos veces», señala María José Argüelles.

Susana Margolles va acompañada de Manuel Trelles en su paseo. «Es un lugar muy transitado y nunca jamás hemos tenido ningún problema ni hemos visto nada raro, pero estas cosas son así. Un día, de pronto, pasa algo muy gordo y te pilla por sorpresa. Es una pena lo de la chica, terrible», dicen. La Policía Nacional trabaja para identificar y detener al violador y devolver así la tranquilidad a la concurrida senda, uno de los caminos de paseo y práctica de deporte más habituales entre gijoneses y visitantes que en la última semana ha visto alterada su rutina. Los agentes inspeccionaron minuciosamente el escenario de la agresión en busca de pruebas e indicios que aporten luz a la investigación.

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