«Así vamos cerrando el último teatro... Las hamburguesas hacen falta»

Los Tardones llegaron puntuales, y críticos, a la última jornada del 33 Concurso de Charangas celebrado en el Teatro Jovellanos. Fueron los primeros en aparecer, convirtiendo el escenario en un campo bélico donde ardió Troya, en muchos sentidos. Reclamaron la falta de AVE y de la variante de Pajares, sin olvidarse de la subida del precio del peaje del Huerna. Aunque el grueso de sus letras hablaban de escasez de la cultura en la tierrina: «Menos cultura es la solución. Un pueblo que no piensa no hará revolución», y «así vamos cerrando el último teatro... Las hamburguesas hacen falta» (en alusión al vecino Arango), fueron algunas de las frases que cantaron.

Kop'a Vino llegó desde Oriente, en concreto desde Japón, para reivindicar la necesidad de ir a las tiendas del barrio, donde, dicen, «solo vamos cuando sabemos que nos fían». En sus melodías niponas no se olvidaron del coronavirus ni del avispón.

«Nada más nacer fuiste la princesa, ya formas parte de la realeza. Si asturiana dices ser, niña, yo te quiero ver defendiendo esta tierra. Solo vienes a Asturias a entregar los premios que el pueblo gana», entonaron los miembros de esta charanga.

También se llevaron lo suyo los concejales: «Nueva Corporación, concejalías un montón. Tanta que antes no había»; y Barbón recibió un mensaje de estos antroxeros: «No quiero ver guajes emigrando porque no les queda opción. Si una empresa va a cerrar, devuelva la subvención. Escúchalo bien, Barbón, el cuento ya se acabó».

Cargados de plumas verdes y blancas aparecieron Os Brasileiros do Xixón. «Se acabó lo de ir de azul o rosa, estamos cansados ya de esas normas. Convive con respeto e igualdad, ya es hora de que cambien las cosas» pidieron. En la actuación expusieron problemáticas regionales como la subida de sueldos de los políticos y la necesidad de reciclar; pero recordaron las cosas que «prestan» de Gijón: «El Muro, Cimavilla, el Muelle, el Arbeyal, la Feria, la Semana Negra...».

Los Gijonudos, con una puesta en escena enigmática cargada de luces fluorescentes y atrezzo audiovisual, desvelaron quiénes eran: los Atlantes. Estos personajes llegaron a Gijón pensando que era lo que fue hace años. «Esto no fue lo que nos han contado, muchas cosas han cambiado». Una de las que más echan de menos, dijeron, es el rock: «Ahora solo hay reguetón», y «las empresas de toda la vida que daban curro a la gente».

'La Lloca' y el 'Elogio' fueron dos elementos clave en su puesta en escena. Reprendieron que los turistas solo valoren el Cerro para hacerse 'selfies', y ayudaron a la 'Madre del Emigrante' a encontrar a su fíu.

Los ganadores del año pasado, Xaréu nel Ñeru, no pasaron tampoco inadvertidos. Disfrazados de antiguos chamanes, eran residentes de la 'Tribu Perdida'. El jefe de esta tribu subió a un gijonés al escenario y le preguntó: «¿Algo imprescindible para usted?». A lo que este respondió: «El móvil». Este comienzo sirvió para hacer pensar si «¿somos felices?». Dijeron que «buscamos en las cosas materiales satisfacción. El dinero no paga un abrazo».

«Esos caraduras son los que votas tú», advirtieron en referencia a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con la música de los Picapidra de fondo. Ellos también juzgaron la falta de vuelos desde Asturias e hicieron un guiño a la contaminación para terminar diciendo: «No soy de izquierdas ni de derechas. Soy de Xixón y su carnaval».