La Unión de Consumidores critica que se impida llevar a los conciertos comida y bebida

La Unión de Consumidores ha recibido varias denuncias de asistentes al festival Gijón Life a los que se les impidió acceder al recinto con comida o bebida del exterior, pese a que dentro sí se vendía «a precios desorbitados». En concreto ha habido quejas referentes a la 'Holy Party' y a los conciertos de Il Divo y Operación Triunfo. «Un hombre nos contó que iba con los nietos y les requisaron de mala forma y con chulería los bocadillos. Se sentía realmente dolido no solo por la prohibición, sino por cómo lo hicieron», criticaba ayer su presidente, Dacio Alonso. Ayer informó de esta situación en el consejo sectorial de Consumo, donde reclamó al Ayuntamiento que informe con claridad a los ciudadanos de sus derechos en el acceso a los espectáculos públicos. Y que comunique también a los promotores «sean públicos o privados», que no pueden actuar así.

Alonso recordó que en la ley de 2002 la entidad que preside logró incluir un artículo que garantiza el derecho de los usuarios «a elegir los productos que deseen consumir y dónde adquirirlos, siempre y cuando durante el espectáculo se permita el consumo de los mismos». Es decir, que si dentro de un concierto se permite el consumo de bebida y comida, los asistentes son libres de comprarla en el exterior si lo desean. «Lo hicimos hartos del bochorno de muchas familias cuando cacheaban a sus niños a la entrada del cine para ver si llevaba gominolas», explicó. Ahora el problema se repite con los conciertos, por lo que pide a las administraciones «que hagan cumplir la ley. Cuando compras una entrada, la relación contractual con el promotor se limita al espectáculo, no a la comida ni la bebida».