«Lo único que pedimos es que lo hagan con seguridad»

Con cierta preocupación por cómo pueda evolucionar la situación en los próximos meses, los propietarios de las viviendas unifamiliares ubicadas junto a las obras del pozo de tormentas reclamaban ayer al Ayuntamiento que extremase el cuidado a la hora de continuar los trabajos. «No teníamos ni idea. Imagino que habrán parado para evitar posibles daños. Aquí la verdad es que no notamos nada», aseguraba en la mañana de ayer José Luis Cifuentes, quien lleva 22 años habitando en uno de los chalés de la calle Rocafort que, presuntamente, se vería afectado en caso de haber continuado las obras.

Unos metros más allá, en otra de las viviendas colindantes al parque de los Hermanos Castro, Rafael Merediz asegura haber notado ciertos movimientos extraños en el terreno. «Notamos alguna vibración cada vez que perforaban pero no les dimos mayor importancia. Hoy nos enteramos por la prensa de que paraban las obras», explicaba desde la puerta de su casa. Tanto este vecino como su mujer se muestran escépticos con la gestión realizada de los trabajo y lamentan el aumento del plazo para la puesta a punto de la instalación. «Estaba claro que iban a tardar más. Lo único que les pedimos es que cuando se pongan a acabarla que lo hagan con seguridad», afirma dudoso sobre los plazos que el Ayuntamiento anunciaba ayer.