En el centro, uno de los ultras detenidos la semana pasada, en su salida del juzgado en libertad con cargos. DAMIÁN ARIENZA

La Policía cierra la investigación del ataque en Cimavilla con la detención de otros tres ultras

Los últimos arrestados, dos de los cuales tienen antecedentes por delitos violentos relacionados con el fútbol, se suman a los cinco de la semana pasada

OLAYA SUÁREZ

GIJÓN.

Miércoles, 18 de abril 2018, 03:39

Tres nuevos ultras detenidos por su presunta participación en el ataque a los clientes de un bar en Cimavilla la madrugada del pasado 8 de abril. Tienen 36, 29 y 24 años y dos de ellos tienen antecedentes por su participación en trifulcas ... y reyertas anteriores. Tal y como señalaron ayer desde la Comisaría de la Policía Nacional, «al igual que los cinco detenidos la semana pasada, forman parte del grupo radical Ultra Boys, vinculado al equipo Real Sporting».

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Dos de los arrestos se produjeron durante la mañana y el tercero a primera hora de la tarde. Se suman a los cinco detenidos la pasada semana en relación a los mismos hechos, de los cuales tres fueron enviados a prisión provisional y los otros dos, puestos en libertad con cargos.

La segunda fase de la investigación culminó ayer después de intensos trabajos que llevaron a los agentes a revisar, segundo a segundo, numerosas grabaciones de cámaras de seguridad del Consistorio gijonés, establecimientos hosteleros y entidades bancarias. El objetivo era aportar al juzgado imágenes en las que se viese a los agresores con la cara descubierta.

«Forman parte del grupo radical Ultra Boys vinculado al equipo del Sporting», dice la Policía

«De las investigaciones de este episodio violento se hizo cargo la Brigada de Información de la Comisaría de Gijón al referir los testigos que los agresores formaban parte del grupo radical Ultra Boys», señalaron ayer desde la Comisaría. Fruto de esos trabajos policiales, lograron determinar, presuntamente, que fueron ocho las personas «que materialmente accedieron y participaron activamente en la agresión y en los daños cometidos en el bar, por lo que «en principio no se esperan nuevos arrestos». «La identidad del resto de los acompañantes será aportada a la autoridad judicial por si estimase conveniente abrir causa judicial contra los mismos», añaden desde la Comisaría de la Policía Nacional. Los tres detenidos de ayer pasarán previsiblemente a lo largo del día de hoy a disposición del juzgado que realiza las funciones de guardia.

Erradicación de la violencia

«La Policía Nacional seguirá trabajando intensamente para erradicar de la ciudad estos comportamientos intolerantes, violentos y radicales que atentan contra la seguridad de los gijoneses y contra la pacífica convivencia», apuntó la Policía Nacional a través de un comunicado.

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El propio comisario, Dámaso Colunga, mostraba el pasado mes de octubre su rechazo frontal a la violencia relacionaba con los seguidores radicales del Sporting. Lo hacía días después de que diez agentes de la Policía Nacional resultasen heridos en los disturbios protagonizados por los ultras antes del derbi contra el Oviedo. «Llegará el momento en que tengamos que plantearnos si los Ultra Boys deben seguir como tal o tener una grada de animación normal», dijo. «Es inadmisible», apuntó en relación al ataque del que fueron víctimas los agentes que abrían paso al autobús del Sporting. Por ese episodio violento diez ultras tienen en vigor una orden de alejamiento del estadio de El Molinón y esperan la celebración del juicio en el que la fiscalía les pide penas de cárcel. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) se ha personado como acusación particular en el procedimiento judicial. El Sporting no.

Las imágenes de cámaras de seguridad públicas y privadas fueron determinantes

Entre los detenidos por el ataque en el bar de Cimavilla donde se celebraba una fiesta de seguidores del Ceares se encuentra Illán M. A., de 21 años y vecino de Gijón. La Policía considera «acreditado» que fue «el autor de las heridas causadas al único lesionado por este altercado». Está también imputado por la brutal agresión a Germán Fernández y en apenas unos días se sentará en el banquillo de los acusados por la presunta agresión a un policía fuera de servicio al que supuestamente provocó una fractura de mandíbula. El ministerio fiscal solicita para el procesado dos años de cárcel: uno por el delito de lesiones y el otro por atentado a agente de la autoridad. El otro acusado por esta misma paliza es Imad A., de 20 años y origen marroquí, quien se encuentra en prisión preventiva por su presunta participación en la agresión a Germán.

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De los ocho arrestados por el suceso ocurrido en Cimavilla hace diez días, cinco cuentan con antecedentes penales y policiales. Uno de ellos había sido condenado apenas tres días antes de los hechos por la agresión a dos policías de paisano en el parque de Isabel la Católica antes de un partido del Sporting contra el Dépor. Los dos agentes -un hombre y una mujer- se dispusieron a identificar a tres individuos que acababan de protagonizar un altercado con hinchas gallegos y en ese momento fueron atacados. Los llegaron a tirar al suelo y a propinar numerosos golpes. Su defensa inicial se centró en que desconocían que eran policías, si bien durante el juicio llegaron a un acuerdo con la fiscalía para reducir las condenas a seis meses y un año y medio.

Apenas tres días después, uno de los condenados, Aitor F. G., acudió, supuestamente, con otros miembros de Ultra Boys, armados con barras metálicas y martillos, para buscar a un hombre con el que supuestamente habían tenido con altercado la semana anterior. Fue la denuncia la que puso en marcha la investigación.

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