Tres detenidos por agredir al mendigo que trató de impedir que robasen en un súper en Gijón

La Policía Nacional ha detenido a las tres personas, dos hombres y una mujer, que el pasado viernes intentaron llevarse un carro con comida de un supermercado de la avenida de Juan Carlos I e hirieron al mendigo que habitualmente pide a la puerta del establecimiento. El joven, de nacionalidad argelina y unos 25 años, trató de ayudar a las cajeras para impedir que los ladrones consiguieran su objetivo y, al hacerles frente, acabó recibiendo un corte con algún objeto cortante en la zona de la oreja. Requirió asistencia médica. Los hechos ocurrieron en torno a las 18.40 horas.

Al ver frustrado su plan, los tres ladrones salieron corriendo del lugar. En su huida, y para tratar de dificultar las labores policiales, se desprendieron de parte de las ropas que vestían en ese momento y que fueron localizadas posteriormente por los agentes.

Las investigaciones llevadas a cabo por la Policía permitieron identificar ese mismo día a los autores de la agresión y del intento de hurto, todos ellos de nacionalidad rumana, según confirmaron ayer fuentes oficiales de la comisaría. Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad y las declaraciones de los numerosos testigos que presenciaron los hechos facilitaron su identificación y posterior arresto. Se encuentran ahora a la espera de pasar a disposición judicial.

Según ha podido saber EL COMERCIO, la comida que llevaban en el carro con el que pretendían salir del supermercado sin abonarla previamente no llegaba a los 200 euros.

El joven herido era muy conocido entre los clientes del establecimiento dado que hace ya tiempo que acude a diario a la puerta del supermercado para ejercer la mendicidad. Por eso lo ocurrido, sobre todo el valor que demostró a la hora de enfrentarse a los ladrones y su intención de ayudar a las empleadas del comercio, está siendo estos días motivo de comentario entre los vecinos del barrio. «Es habitual verle en la puerta del supermercado y siempre te recibe con una sonrisa. Es simpático y educado», comentaba una vecina en uno de los corrillos del Parque de la Fábrica de Loza. Algunos vecinos mostraron su preocupación al enterarse de la noticia. «Desconocía lo ocurrido, con razón de más el chico se ha ganado que todos le prestemos más atención cuando pasamos por su lado, espero que se recupere pronto. Estaré pendiente estos días para ver si vuelve a su sitio habitual», comentaba una vecina, aún sorprendida por el suceso que aconteció en su barrio este fin de semana. Si ya era tenido en estima, ahora el joven se ha ganado aún más el cariño de los vecinos del barrio, que conocen incluso alguno de sus hábitos diarios. Así, apuntan que suele frecuentar el equipamiento social de El Natahoyo para llevar a cabo tareas de higiene personal y para participar en actividades dirigidas a fomentar la integración, reinserción y el aprendizaje.