Cándido Viñas, párroco de Tremañes durante 30 años. e.c.
Gijón

Fallece Cándido Viñas, el cura obrero de Tremañes

Los vecinos destacan del párroco su implicación con la mejora de las infraestructuras del barrio: «Él se va, pero todo lo que hizo se queda»

Viernes, 5 de agosto 2022, 18:22

«Cercano y siempre dispuesto a echar una mano». Así ha recordado Carmen Fernández, presidenta de la asociación de vecinos Evaristo Valle de Tremañes, a Cándido Viñas. El que fuera párroco del barrio durante más de treinta años ha fallecido esta mañana en el Hospital ... Clínico Universitario de Valladolid. Desde 2018, Cándido residía en la localidad vallisoletana de Villagarcía de Campos, donde nació en 1934.

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La noticia de su muerte ha ensombrecido los semblantes de compañeros y vecinos que siempre vieron en él un «ejemplo vivo de la obra cristiana». Y es que Cándido Viñas era un hombre de liturgia, pero aún más de acción. Durante años se involucró en la vida del barrio y no dudó en alzar la voz por mejorar las condiciones de los vecinos de Tremañes. «Era uno más», cuenta Carmen con la voz empañada de nostalgia. Prueba de el enorme cariño que le profesaban los fieles es el hecho de que años después de retirarse, un autobús repleto de vecinos salió desde Gijón para visitar al vallisoletano en su residencia.

Ordenado jesuita en 1953, estudió Magisterio en Filosofía y dio clases, entre otros sitios, en la Universidad Laboral. Pasó un año en Roma y también por La Felguera. Antes de dar misa, trabajó en Industria Laviada, el dique de Duro Felguera y de basurero en Limpiezas El Sol. «A Cándido no se le caían los anillos por trabajar. Lo mismo iba con los vecinos a buscar un médico más que a protestar para conseguir parada de autobús», cuenta Fermín Entrialgo, vicepresidente de la asociación de vecinos de Tremañes.

Cuando en 1973 el jesuita se estrenó en la parroquia gijonesa, en Tremañes había todavía chabolas y la precariedad reinaba en cada esquina. Con el tiempo, y gracias a la presión ejercida por las asociaciones vecinales, las calles irían llenándose de centros de salud, de colegios, de zonas verdes. Cándido Viñas formó parte del gran cambio y eso es algo que los vecinos del barrio nunca olvidarán. «Él se va, pero todo lo que hizo se queda en nosotros», afirma Entrialgo. Durante años, Viñas fue también colaborador habitual de EL COMERCIO.

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