Un peatón cruza la avenidaTorcuato Fernández-Miranda cerca del cruce con la avenida Castilla. J. C. TUERO

«Con tanto tráfico ahora tenemos que andar con mucho cuidado para cruzar»

Los vecinos de Torcuato Fernández-Miranda se quejan del ruido y la velocidad de los vehículos desde el cierre de la avenida de El Molinón

MARÍA CIDÓN KIERNAN

GIJÓN.

Jueves, 30 de enero 2020, 00:32

Desde que la avenida de El Molinón cerró al tráfico hace un año, la cantidad de coches que circulan por la avenida Torcuato Fernández-Miranda es casi el doble, según las estimaciones municipales, y este aumento ha tenido consecuencias para los vecinos y comerciantes ... de la zona. Además del ruido y el incremento de vehículos detenidos en segunda fila, les preocupa principalmente que muchos circulan a demasiada velocidad y no respetan los pasos peatonales.

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«No paran nunca en los pasos de cebra. Ahora tenemos que andar con muchísimo cuidado para cruzar, igual cuando salgo con el perro para ir al parque. En esta calle es exagerado. Pasan a toda pastilla y si te ven luego, pues se disculpan con la mano y nada más», lamenta Miguel Montes, vecino de la zona del parque de Isabel la Católica.

Montes pide que haya más señales de límite de velocidad o que, al menos, estén mejor indicados los pasos de peatones. «Por aquí cruza mucha gente para ir al parque. Creo que el mayor problema de meter todo el tráfico por aquí es ése: que es una zona bastante peatonal y podría haber problemas con eso».

La propuesta de ampliar los carriles no es del agrado de los residentes

Por ahora, el aumento de la circulación desde que comenzaron las obras del pozo de tormentas del parque de los Hermanos Castro en la avenida de El Molinón, al otro lado del parque, no ha generado problemas de atascos. Hasta la fecha, no se ha registrado ninguna obstrucción importante.

Beneficios para el comercio

Carmen Quirós es farmacéutica y trabaja en la zona. Reconoce que la situación les beneficia, porque «hay más tráfico; a nosotros nos viene muy bien que venga hacia acá». Pero también ve un problema en la velocidad a la que circulan algunos coches. «La gente va muy rápido, podrían regular un poco la velocidad en la zona media de la calle».

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Quirós señala que, desde que regularon mejor los semáforos de la avenida Castilla para facilitar la incorporación a Torcuato Fernández-Miranda, los coches se incorporan sin problemas, pero «en esta calle cogen tal velocidad, que hay que tener mucho cuidado cuando se sale».

Por otro lado, el Ayuntamiento prevé la posibilidad de aumentar los carriles de la avenida, sustituyendo los aparcamientos en batería por el sistema de cordón; es decir, en fila, lo que generaría más espacio para la circulación de vehículos, pero detraería muchas plazas de aparcamiento. «En esta zona hay mucha gente que trabaja y necesitas parking, y El Molinón, en los días de fútbol, te lo cierran un día y medio antes. Entonces, ¿qué haces?», se pregunta Carmen Quirós. Elena García vive en la zona del parque desde hace más de diez años y reconoce que a ella no le afecta el aumento del tráfico porque se mueve a pie y usa el coche «lo mínimo, solamente para salir de Gijón».

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Más difícil aparcar

No obstante, lamenta que cada vez haya más ruido. «Tampoco es una barbaridad, pero como no era una de las calles más transitadas, se notó bastante el ruido cuando abrieron el paso a los autobuses. Pasan detrás de mi casa y se nota mucho», dice García. Ella tiene plaza de aparcamiento y asegura que en los últimos años se ha vuelto más difícil estacionar en este área, aunque «debe ser de lo poco del centro que no tiene zona azul».

García desconocía que Movilidad esté estudiando aumentar los carriles de Torcuato Fernández-Miranda y cambiar el sistema de aparcamiento y está en contra de esa proyección. «Si es para ampliar la acera, por mí, encantada. Si es para que haya más espacio para los coches, no. La ciudad es para los peatones, y al que coja el coche por ciudad que se le haga más difícil. El tráfico debería ir hacia fuera, exteriorizarlo», propone.

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Pero no todos están de acuerdo en peatonalizar al máximo la ciudad. Tampoco, con el aumento de la zona verde del parque de Isabel la Católica, cuyas obras de ampliación comenzarán este año para eliminar la avenida de El Molinón y dotar al área recreativa de 12.000 metros cuadrados más, conectándolo con la zona del Kilometrín.

Para Fernando Merediz, estanquero de Torcuato Fernández-Miranda, se debería haber dejado al menos un solo sentido de esa vía. «Dejar la avenida de El Molinón sin paso es dejar que todo el tráfico pase por aquí y es un poco lioso», afirma y añade que en fin de semana «se complica un poquitín más», por los días en que juega el Sporting y el movimiento que generan los establecimientos hosteleros de la zona.

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