«Como el Tostaderu no lo hay»

Gijonesas de pura cepa y alma 'moyada', definen al conjunto de quienes frecuentan el Tostaderu desde hace años como «una pequeña gran familia». Cada día se llaman unas a otras para consultar acerca de la idoneidad del tiempo o del estado de la mar antes de venirse para aquí: «Lo primero que hacemos ye mirar les previsiones y, si hay sol, nos empezamos a llamar. También nos preocupamos si falta alguien», explican, y una de ellas de pronto pasa lista mentalmente para apuntar: «Mira, hoy no vino todavía Alvarito el Cachas». Del verano presente resaltan con unanimidad «lo estupendo que está viniendo y el agua muy buena y más limpia que otros años». En el otro lado de la balanza, ponen algunas de ellas «que hay demasiada gente, ye exagerao. Es bueno para la hostelería y los negocios, que falta hace, pero, para los que vivimos aquí, casi no se puede andar», señalan. Otro apunte crítico dedican «al tema de los aparcamientos. No hay donde dejar el coche y se permite a las autocaravanas ocupar sitios en la ciudad, algo que no pasa en otros sitios». Por lo demás, coinciden en que «Gijón ye mundial y hay muy buena gente, de lo mejor».

En la Semanona desvelan que no piensan perderse el reencuentro con los Fuegos ni la visita a la Feria de Muestras. Rojiblancas de raza y corazón, ven optimismo en la nueva temporada para el Sporting. «Esti añu parez que pinta bien», zanjan, y se van directas al baño.