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PABLO SUÁREZ / EVA FANJUL
GIJÓN.
Miércoles, 6 de noviembre 2019, 02:06
Sin tiempo para apenas reaccionar al paso de la borrasca 'Amelie', la ciudad se vio envuelta, en menos de 24 horas, en un nuevo frente con fuertes vientos y abundantes precipitaciones que, si bien no en la misma proporción que el temporal anterior, ocasionaron un nuevo reguero de incidencias en numerosas zonas del concejo. El problema esta vez fue el agua. Las fuertes lluvias registradas en la ciudad durante las primeras horas de la mañana y de la tarde volvieron a colapsar la red de saneamiento, en la que de nuevo se produjeron alivios intermitentes al río Piles. Según explicaron a EL COMERCIO fuentes municipales, los alivios, que contaban con un amplio volumen de aguas fecales, ya habían comenzado durante la noche del lunes, continuando durante buena parte de la mañana de ayer.
Pese a que se trata de una situación por desgracia habitual, en vista de las actuales condiciones de la red y la situación mermada en la que se encuentra la plantilla de las plantas depuradoras, los técnicos se mostraron ligeramente sorprendidos por un colapso que en esta ocasión no se corresponde con niveles exagerados de precipitaciones (la estación del campus registró ayer picos de 24,6 litros por metro cuadrado). Lo que no varía es el origen del problema: los colectores se atascan y los operarios no dan a basto para desatascarlos en el tiempo necesario para evitar que los alivios se prolonguen. Tampoco lo hacen las consecuencias. En este sentido, la Empresa Municipal de Aguas (EMA), que continúa a la espera del nombramiento de su nuevo gerente, ya ha acelerado la contratación de personal, con tres nuevos operarios y la convocatoria de otras dos plazas para las instalaciones.
Las fuertes precipitaciones registradas durante la mañana también provocaron importantes acumulaciones de agua en zonas como la plaza Mayor o los barrios de Pumarín y Montevil oeste. En el caso de este último, las lluvias vinieron acompañadas de una abundante granizada que sorprendió a los vecinos a las nueve y veinte de la mañana.
Por otro lado, los servicios municipales continuaron con las labores de limpieza de vías y reparación de las fachadas dañadas tras el temporal. En este sentido, los bomberos tuvieron que intervenir pasadas las 10.30 de la mañana ante el estado que presentaba la fachada lateral del edificio del antiguo Hotel Madrid, de donde se estaban desprendiendo algunos cascotes.
También se vio afectada por el temporal la escultura homenaje a Galileo Galilei. La creación, obra en acero corten de Amadeo Gabino y ubicada en el parque de la Providencia, sucumbió al viento, que derribó una de las dos piezas que la conforman. No es la primera vez que un temporal daña esta escultura. En febrero de 2014, la pieza sufrió daños similares, luciendo incompleta durante casi un año. Tras reforzarse su interior, apenas han pasado cinco años hasta que se ha vuelto a ver dañada.
En aquella ocasión, los trámites para su reparación, que parece tendrán que volver a repetirse, pasaron por ponerse en contacto con el taller donde se confeccionó la obra en Madrid en 1997, que continuaba en activo y contaba todavía con los trabajadores que habían participado en su montaje. Para su puesta a punto se precisó de una partida de 30.000 euros. Se procedió a la retirada de la parte derribada por el viento (una de sus dos mitades) y a su traslado por carretera. Una vez la pieza llegó al taller, se procedió a la sustitución de las planchas de acero corten y a su refuerzo interior pues la obra es hueca por dentro y el autor desconocía, cuando la concibió, que fuera a estar en un lugar tan expuesto.
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