Los tilos de Begoña se ganan el indulto

Begoña conservará los tilos que adornan el paseo y dan sombra en verano pese a la sustancia que desprenden dejando pegajoso el suelo y los bancos a su alrededor. Para evitar la tala y controlar la exudación, Parques y Jardines contempla tratamientos de endoterapia en varias zonas de la ciudad donde hay ejemplares de esta especie, además de hacerse lavados con agua jabonosa y potásica sobre el mobiliario urbano. A preguntas de EL COMERCIO, fuentes municipales ratificaron que la última opción sería talarlos, aunque en un primer momento la alcaldesa Ana González llegase a plantearlo como una opción en el último Pleno tras una pregunta de Vox por la suciedad que generaban.

Un indulto que guarda sintonía con el sentir ciudadano. «Que vengan a limpiar más a menudo, así no habría problema. Si los cortan nos quedamos sin lo guapo de Begoña», sostiene Sabina Collantes, dueña de un kiosko del paseo. Para la bióloga Ana Rodríguez, talarlos sería «absurdo» pues es un proceso natural causado por un pulgón que se alimenta de la hojarasca. «Es propio del verano, del calor. Picotea la hojarasca de la cual extrae la savia y así expulsa la melaza que es la que cae al suelo y al mobiliario dejándolo pegajoso. No es tóxica ni nociva. No hay justificación alguna para la tala, es matar pulgones con motosierra», agrega.

La tala también fue rechazada a través de la plataforma digital Change.org, donde se reunieron más de 1.100 firmas en defensa de estos árboles. «A mí no me molestan los árboles para nada, tampoco por lo que sueltan. Dan buena sombra», dice Manuel Álvarez, vecino de la zona, mientras descansa en uno de los bancos. Para Conchita Trabanco, «los árboles están muy bien y el paseo de Begoña está muy guapo así», por lo que sugiere «guardar el dinero para otra cosa». «Vienes andando y se te pegan los zapatos, eso es de siempre. Pero la verdad es que da pena pensar en cortar todos los árboles», reflexiona Olvido Barro.

Cristina Sánchez tiene claro que talarnos «no es una solución», a no ser que «provoquen alergías o algo similar». Ella declara que «los árboles de Begoña son un símbolo de la ciudad».