La ola de frío obliga a Cruz Roja a repartir mantas a 20 personas sin hogar cada noche

La Fundación de Servicios Sociales del Ayuntamiento, con la Cruz Roja como entidad ejecutora, activó ya el pasado martes el protocolo 'Ola de frío', un plan que reparte ropa de abrigo y alimentos calientes a las personas que duermen en la calle. En los seis días en los que los voluntarios de la Cruz Roja han hecho trabajo de noche han realizado cerca de 20 intervenciones al día, siendo mayoritariamente hombres las personas sin hogar atendidas. La madrugada del martes la estación de medición ubicada en el campus universitario marcó una temperatura mínima de -1,7 grados.

La crisis social y económica deriva en un aumento notorio de las desigualdades. El futuro incierto, el trabajo inestable o la ausencia de él, el cierre de negocios y un largo etcétera de ambiguas realidades dibujan nuevas necesidades.

También el Albergue Covadonga activó la semana pasada su plan de emergencia de acogida debido a las gélidas temperaturas de los últimos días. En el centro nocturno han habilitado una nueva sala para refugiar del frío a seis personas más; actualmente en dicho centro duermen 18 personas, que habría que sumar a las 55 plazas ocupadas del albergue. «Por suerte no está quedando gente fuera», celebra su directora Cristina Avella. Actualmente la media de pernoctaciones por persona en el centro asciende a 25 noches al mes. Desde el albergue, además, entregan mantas a quienes acuden a pedirlas para pasar la noche en los chupanos en los que normalmente habitan.

Como «alarmante y preocupante» califica la directora de la Cocina Económica, Marisela Cueto, la situación que atraviesan las personas sin hogar de Gijón. La Asociación Gijonesa de Caridad dio el domingo de comer a 380 personas, una cifra «muy alta» que a los trabajadores les cuesta recordar la última vez que la alcanzaron. También ha aumentado de manera considerable las personas que acuden solicitando ropa y calzado seco. «Hemos intentado mantener abierta la sala de la televisión para refugiar de la lluvia a cuantas más personas mejor, pero nuestro personal también tiene que descansar», comenta la directora.

De orientar e informar a las personas sin hogar de los servicios que prestan estas entidades del tercer sector se encarga el equipo de calle de la Asociación Mar de Niebla. «Orientamos e insistimos en la necesidad de que pidan ayuda», apunta Andrea Vega, trabajadora de la asociación.