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Al grito de «¡tetas fuera!», casi una veintena de mujeres de la asociación Amamantar –una red de apoyo entre madres para compartir sus experiencias en la crianza– dieron por iniciada este viernes la 'tetada' que organizaron en la puerta del centro de salud gijonés Puerta ... de la Villa para reivindicar que se les devuelva el uso de la sala de matronas en la que realizaban sus encuentros mensuales.
Empezaron a utilizarla en 2004, cuando el entonces gerente de Atención Primaria, Luis Hevia, cedió la sala a la asociación para «crear un punto de encuentro para madres que fuera céntrico y accesible». Y así se hizo, hasta hace cuatro años.
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Con la llegada de la pandemia, en 2020 la sala se habilitó para atender a enfermos de covid y, como es lógico, los encuentros se cancelaron. Pero luego, con la situación ya más apaciguada, empezó a usarse para urgencias «y ahora ya dan por hecho que nunca más volveremos a usarla», ha señalado la presidenta, Elena Herrero.
En este tiempo, la asociación ha solicitado en numerosas ocasiones el retorno de sus reuniones al centro de salud. «Primero de forma informal, hablando con las matronas del centro, y luego ya de carácter formal; hemos agotado todas las vías oficiales», ha aclarado la portavoz, Alejandra Barbé. Por eso ayer, acompañadas de sus pequeños, decidieron 'sacar un pecho fuera', como dice la canción de Rigoberta Bandini, y amamantar a sus bebés en público para que se las vea y así reivindicar el que fue su espacio.
«¡Queremos una sala! ¡Queremos una sala!», exclamaban una y otra vez. También hubo tiempo para reivindicarse como mujeres y como madres. Cogieron un móvil, pusieron música a e interpretaron al unísono el famoso 'Ay mamá' de Rigoberta Bandini.
Conscientes de que los grupos de apoyo entre madres son «absolutamente vitales para transitar el puerperio (tiempo que pasa desde el parto hasta que el aparato genital vuelve al estado anterior al embarazo), que es probablemente la época más vulnerable de la vida de una mujer», destaca Barbé, hace un mes iniciaron una recogida de firmas en la plataforma 'change.org' para recuperar la sala y volver a realizar allí sus encuentros. Llevan ya más de 800 firmas.
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