Teresitas, buñuelos y frixuelos para un dulce Antroxu

Teresitas, frixuelos, casadielles, picatostes... El Antroxu no son solo días para disfrazarse sino también para disfrutar de unos buenos dulces que acompañen a la fiesta. Las confiterías de Gijón ya han empezado a vender sus productos tradicionales que «han superado las expectativas» y que «siempre triunfan» en estas fechas antroxeras.

Un buen escaparate también ayuda, «ven los dulces desde fuera y ya entran a preguntar», explica Felisa Pardo, encargada de Casadiellas y Café, en la calle Menéndez Pelayo. Aunque haciendo honor a su nombre, «les casadielles las tenemos todo el año y también las torrijas (picatostes)». Para estas fechas incorporan las orejas de carnaval y las teresitas, que son «los dulces favoritos» en estos días.

Aunque son los típicos dulces caseros, «ahora mucha gente los suelen encargar para llevar cuando se reúnen con la familia». Por eso, Pardo explica que «los encargos empezarán en breve porque la gente los hace con antelación, ya nos han venido a preguntar por las teresitas -que nos vienen a lo largo de la semana- porque como no nos las han visto y saben que traemos están a la expectativa». Con el recuerdo del año pasado, Pardo comenta que durante los días de carnaval «viene mucha gente con niños por las tardes a tomar un chocolate con alguno de estos dulces».

A las teresitas, Sandra Puente, de la confitería Carpe Diem, en la calle Uría, suma buñuelos y frixuelos simples, rellenos de crema y también de nata, estos últimos son los más populares. «Hay gustos para todo», pero cree que este favoritismo se debe a que «llaman más la atención y al estar rellenos resultan más jugosos». Desde ayer hasta que termine el Antroxu contarán con estos productos, «aunque empezamos hoy -por ayer- la gente ya está preguntando para encargar y algunos los llevan para probar; se ve que la gente tiene ganas». Sus precios varían: los frixuelos simples a 1,5 euros, y los rellenos de 2; las teresitas a 2,25 y los buñuelos a 35 euros el kilo.

«Empezamos el sábado pasado tímidamente haciendo teresitas, buñuelos y casadielles y a mediodía ¡tuvimos que hacer más!», celebra José Fidel Díaz, dueño de la Confitería Sebastián. Incorporaron el año pasado las picatostes, «hicimos una especie de pan dulce y gustó». Como es algo que no realizan normalmente, «nos gusta empezar con tiempo antes de comadres y continuaremos hasta el fin de semana tras el carnaval». De sus teresitas a tres euros, Díaz explica que «no es barato, pero tampoco caro, es un precio justo porque utilizamos aceite de oliva». Define su confitería como «una de las clásicas» en las que los productos de Antroxu no fallan y los asiduos lo saben: «Llevaban días preguntándonos cuándo empezábamos». Augura que el día grande será el martes y señala que «hacemos la cantidad suficiente para todo el día, pero siempre está bien que se encargue, aunque no tenemos problema en encender la freidora de nuevo si vemos que nos quedamos cortos».