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Un niño practica con el billar en Mercaplana. CAROLINA SANTOS

«Hay tantas cosas para elegir que no sé a qué jugar»

Los niños disfrutan de Mercaplana y del patinaje sobre hielo

AIDA COLLADO

GIJÓN.

Lunes, 24 de diciembre 2018, 04:58

Entraba al pabellón de Liberbank, quitándose el abrigo y con los ojos como platos. A su derecha, carreras de sacos. A su izquierda, billares. Bolos. Bádminton. Detrás, dos grandes porterías. Pasan los segundos. No se mueve. Piensa rápido y acaba reconociendo: «Papá, hay tantas ... cosas para elegir que no sé a qué jugar». Era una de los cientos de pequeños visitantes que ayer quisieron disfrutar del domingo en Mercaplana, junto a sus familias.

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Fuera, en la cerca, un grupo mira anonadado a un gallo que se pasea regio entre las ovejas. Estas, más temerosas, escapan al abrazo de los más impulsivos. Las ocas permanecen impasibles desde su cercado. Martín las evalúa y finalmente se atreve a preguntar: «¿Qué les pasa a estos patos?».

Los niños de más edad no pueden evitar alguna mirada furtiva a los animales, pero no se desvían. Avanzan rápido hacia el pabellón central, donde les esperan los juegos más tentadores. Puentes de cuerda. Karts, aunque sean sin motor y a pedal. Arneses sujetos por gomas para despegar y dar tantas volteretas como la altura del salto lo permita.

Hay oferta para todos y todo el tiempo. Muchos de los que antes de que abriese Mercaplana habían salido de paseo para aprovechar el sol acabaron convenciendo a sus padres para acercarse al 'solarón'. Las focas trineo en las que se suben los pequeños que quieren entrar a la pista de patinaje estuvieron tan cotizadas que alguno tuvo que desistir sin llegar a calzarse los patines.

Muy cerca, al otro lado de una ajetreada taquilla, unos cuantos Papá Noel les invitan a dar una vuelta a sus lomos junto al gran tobogán. Se cierra una puerta y se abre una ventana. Y fuera ni siquiera hace frío.

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