Un taller de carpintería como escape

Pablo González se confiesa «liberal convencido» y con esa convicción se afilió al PP en 1993. Tan solo diez años más tarde entró en el Ayuntamiento, primero para completar el grupo municipal tras la dimisión en grupo de Alicia Fernández-Armayor, José Manuel García Losa y José Luis Oliveira y después ya como concejal de pleno derecho en las listas que encabezaba Pilar Fernández Pardo. Durante ocho años dejó claras sus dotes de orador. También su gusto por la confrontación política, con abiertos enfrentamientos con el entonces portavoz del gobierno municipal, José María Pérez. Y no por su intervención, sino por su ausencia, fue sonado el 'plantón' que dio a su propio grupo cuando se negó a votar, alegando problemas de conciencia, en el Pleno en el que se declaró Hijo Predilecto a Santiago Carrillo.

En 2011, durante el último gran cisma del partido que derivó en la salida del PP de Francisco Álvarez-Cascos y la creación de Foro Asturias, Pablo González fue uno de los concejales asturianos que dimitió de su cargo, llegando a darse de baja del partido y afiliándose a la nueva formación, en la que apenas pasó unos meses. En 2013, la gestora que lideraba Ángeles Fernández-Ahúja le recuperó para la junta local, en la que en 2015 Mariano Marín le nombró secretario general. Junto a él regresó ese mismo año al Consistorio, donde llegó asumir la portavocía del PP de Gijón cuando Marín dejó su acta para ser delegado del Gobierno. En 2019, en presencia de Pablo Casado, Teresa Mallada anunciaba su inclusión en su candidatura autonómica, de la que salió diputado regional.

Aficionado a los puros, la buena mesa, la literatura de ciencia ficción, el senderismo y a coleccionar «todo tipo de antigüedades», Pablo González combinó estos años en política con su trabajo de consultor.