La zona es una de las zonas que presenta defectos estructurales. JUAN CARLOS TUERO

El Sporting denuncia el mal estado estructural de El Molinón

El club rechaza acometer la limpieza de la fachada y pide que se aclaren sus obligaciones en el mantenimiento del estadio así como crear una comunidad de usuarios

MARCO MENÉNDEZ

GIJÓN.

Viernes, 25 de octubre 2019, 01:55

El 24 de abril de 2011 tuvo lugar el acto formal de entrega al Ayuntamiento de Gijón de las obras de reforma del estadio de El Molinón, realizada por la empresa Procoin. La pieza estrella fue una estructura envolvente de tela diseñada por ... Joaquín Vaquero Turcios que desde entonces hace inconfundible al estadio gijonés y le dota de una personalidad propia. Pero esa 'envoltura' parece que oculta problemas estructurales importantes en el coliseo rojiblanco.

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Al menos, así se desprende de una carta enviada por el presidente del Sporting, Javier Fernández, a la alcaldesa de Gijón, Ana González, a resultas de la exigencia por parte de las autoridades municipales de que el club, «con carácter inminente, proceda a la limpieza del sistema textil envolvente». Esa demanda ha sido rechazada de plano por los responsables rojiblancos, aduciendo que el contrato de derecho de concesión administrativa entre ambas partes solo les obliga a la conservación y mantenimiento relacionada con «el uso y desgaste producido por la práctica deportiva y a adecuaciones de normativas requeridas por y para las competiciones a celebrar en el estadio». En aquellas actuaciones que se excedan de ello, el Sporting aportará «una cuantía máxima de 30.000 euros anuales».

Pero Javier Fernández pone sobre la mesa otros asuntos importantes pues habla de la necesidad de obras que no le corresponden al club, «ya que no son debidas al propio uso de las instalaciones, sino más bien son atribuibles a defectos de los materiales utilizados, fallos de diseño o una mala ejecución de las obras». Es más, habla de problemas «evidentes» y que, «si ocurrían antes de 2017 en una obra 'joven', se hace inquietante pensar que pueda ocurrir en los años venideros. De ahí que consideremos imprescindible acotar qué tipo de actuaciones forman parte de un mantenimiento rutinario».

Fernández asegura que el Ayuntamiento es conocedor de «los defectos estructurales de la instalación desde la remodelación acometida en el año 1982». Al parecer, los hay en las gradas Oeste, Este y Sur, si bien a lo largo de los años se realizaron algunos trabajos de refuerzo estructural en la grada Oeste y otros para atajar la corrosión y desprendimientos del recubrimiento del hormigón debido a la corrosión de las armaduras por el salitre. En la carta de Javier Fernández explica que «existen daños de corrosión en cerchas y armaduras metálicas de cubierta». Pero «en los años 2018 y 2019, al no tener dotación de presupuesto, se paralizan las obras de esta partida tan importante».

En el documento, el presidente sportinguista indica, por ejemplo, que los materiales usados en canalones, chapas y tornillería de la cubierta de la grada Oeste, inaugurada en 2012, no son adecuados y han aparecido múltiples goteras debido a la corrosión y rotura de chapas. Aduce que el coste no debería ser asumido por el club porque «no puede ser la vida útil de una cubierta tan corta».

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El convenio entre el Ayuntamiento de Gijón y el Sporting obliga al club al mantenimiento de la parcela en la que se sitúa el estadio y es aquí donde radica la controversia entre las partes. Fernández explica en su misiva que «la buena fe y disposición para la firma de la concesión nos hizo asumir la introducción de la palabra 'parcela' en la cláusula 4.d), sin una descripción detallada en cuanto a qué actuaciones nuevas se desprendía de su inclusión, encontrándonos dos años después que se recurría a ella para exigirnos la limpieza de la fachada, reformas estructurales y reparación de cualquier problema que existiera en la parcela, incluso en locales utilizados por otros inquilinos sin ningún tipo de relación contractual» con el Sporting.

Hasta el momento, no se ha realizado ninguna intervención para la limpieza y el mantenimiento de la fachada y el club asegura que en la firma de la concesión «nunca se trató que el Sporting tuviera que hacerse cargo» de esa actuación. Además, advierte de que se trata de «un elemento protegido» y que «cuando se promovió la utilización de este producto se hizo desde la perspectiva de que sería una fachada autolimpiable con el agua de la lluvia».

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Esta estructura envolvente genera no pocos problemas al club, pues «el diseño del recubrimiento de la fachada imposibilita el acceso a instalaciones ya existentes que requieren un mantenimiento», como codos de bajantes de aguas pluviales que se atoran «a los que no se puede acceder si no es rompiendo o soltando el recubrimiento de la nueva fachada».

En El Molinón, además, no solo está el Sporting, pues comparte el inmueble con espacios comerciales. «Es del todo ilógico que el Sporting firme un convenio en el que se haga cargo de todos los gatos de la parcela para beneficio de otras entidades que no tienen ninguna relación contractual con él». Es más, Fernández abunda que el club realiza el mantenimiento de las cubiertas donde existen instalaciones de ventilación y salidas de humos de estas entidades. En la grada Este hay once chimeneas y en la Norte, nueve, algunas de las cuales «han tenido que ser selladas para evitar filtraciones a usuarios de El Molinón». Además, hay locales que «han invadido terrenos que corresponden a la concesión» del Sporting y el club además se pregunta si también ha de «limpiar la tela de la fachada» correspondiente a esos otros locales.

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Por todo esto, el presidente rojiblanco reclama la firma de un anexo al convenio en el que se detallen expresamente las obligaciones del club, que el Ayuntamiento se haga cargo de la conservación de la fachada y que se cree una comunidad de usuarios del edificio para regular los derechos y obligaciones de cada uno.

El Sporting tiene un presupuesto anual para mantenimiento de El Molinón de 369.870 euros, si bien al final los costes se vienen disparando a unos 576.000 euros. A ello hay que añadir otros 2,6 millones invertidos por actualizaciones de normativas.

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La documentación enviada por el Sporting está siendo analizada por los técnicos municipales y una vez que esté elaborado el correspondiente informe habrá una reunión entre el club y el Consistorio para clarificar la situación. «Hay goteras y cosas que no son culpa del Sporting», reconoció el concejal José Ramón Tuero.

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