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MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Sábado, 26 de octubre 2019, 02:10
El gran problema de conservación de El Molinón parece estar en su techumbre. Su mal estado en las gradas Oeste, Este y Sur ha provocado importantes filtraciones de agua que, en caso de fuerte lluvia, pueden ocasionar incluso el cierre de un sector de ... la 'tribunona'. Así lo indicó ayer Pepe Acebal, responsable de Logística del Sporting, quien aseguró que «lo más urgente es arreglar el techo» de la tribuna Oeste. El caso es que las goteras caen directamente sobre los asientos destinados al público y en un palco. Aparte de la incomodidad que supone, pueden dar lugar a caídas y accidentes, por lo que el cierre de los sectores afectados sería obligatorio. Pero en la esquina de las tribunas Este y Sur se encuentran los equipos que dan energía eléctrica a todo El Molinón (incluidos los locales comerciales y de hostelería), que se llegan a encharcar por las filtraciones que chorrean por paredes y columnas del estadio y que se están deteriorando de manera alarmante.
Los problemas estructurales detectados por los responsables del Sporting en el estadio tienen su origen en los techos de las gradas y el consejero Fernando Losada cree que «si se arreglaran, se solucionaría el 90% del problema». Ahora mismo hay un debate entre el club y el Ayuntamiento de Gijón, que es el propietario del inmueble, por ver quién es el responsable de acometer estas importantes inversiones. La reforma de El Molinón no tiene aún diez años y ya hay goteras incluso en el museo y en las oficinas del club. Los daños en el techo son muy visibles, con agujeros que dejan caer el agua de lluvia sobre las gradas. Se encuentran perfectamente alineados en las uniones de las chapas que conforman la techumbre y que han visto incluso cómo muchos tornillos de unión han desaparecido debido a la corrosión.
El techo de la 'tribunona', que es la que peor aspecto presenta, fue remodelado por completo en la obra finalizada en 2011, pero ya fue reparado hace dos años. Ahora vuelve a presentar graves problemas. Las filtraciones de agua están afectando también al suelo del graderío, con desconchones de hormigón y la aparición de los oxidados hierros interiores. También ha surgido corrosión en las cerchas que sujetan el techo de la tribuna Sur y en numerosos canalones que han dejado de cumplir su función debido a sus malas condiciones.
Pero es que en las dependencias eléctricas la situación puede llegar a ser peligrosa, no en vano, por ejemplo, fue necesario colocar un tejadillo al mueble que alberga el sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) «porque le llovía encima», señaló Fernando Losada. También hay que tener en cuenta la cantidad de equipos y canalizaciones eléctricas que pasan por la zona.
Se trata, en definitiva, de problemas estructurales del estadio y que, en opinión de los responsables del Sporting, deberían ser solventados por la propiedad del inmueble, es decir, el Ayuntamiento de Gijón. En una carta remitida por el presidente del club, Javier Fernández, a la alcaldesa, Ana González, el pasado 12 de agosto, ya le puso sobre la mesa una serie de actuaciones que debería realizar el consistorio, como «obras de mantenimiento, conservación y reparaciones necesarias debido a la tipología, deficiencias constructivas o vicios ocultos del edificio». Y es que hay que tener en cuenta que prácticamente todas las zonas afectadas solo tienen unos ocho años. El listado es extenso: saneado y reparación de estructuras de hormigón, saneado y reparación de estructuras metálicas, reparación y desatascos de bajantes de pluviales y canalones, sustitución de canalones por corrosión, mantenimiento y reparación de goteras y cubiertas, impermeabilización de las gradas, instalación de salidas de humos o ventilación en los centros de transformación, instalación de líneas de vida, instalación de pasarelas y barandillas, y limpieza y mantenimiento de fachadas.
El Sporting aduce que todas estas actuaciones no le corresponden, ya que los daños no se deben a la utilización deportiva de las instalaciones, sino que «son atribuibles a defectos de los materiales utilizados, fallos de diseño o una mala ejecución de las obras».
Está claro que la entidad rojiblanca es la principal concesionaria de El Molinón, pero también existe la sociedad Espacio Molinón, perteneciente al grupo Santa Gadea, que explota 12.083 metros cuadrados de locales, la mayoría de hostelería y un supermercado. El Sporting se está viendo obligado a hacerse cargo de las reparaciones, principalmente por goteras, en estos negocios con los que no tiene ningún tipo de relación contractual, algo que los responsables de la entidad no consideran lógico. Es más, Losada y Acebal indicaron que hay locales que han ocupado zonas correspondientes a la concesión del club y, lo que es más importante, por las que discurren canalizaciones eléctricas y de agua. «Lo descubrimos al hacer una revisión de las instalaciones. Nadie nos había pedido permiso», explicaron.
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