APM solicita ampliar y seguir explotando la terminal de contenedores de El Musel

En 2001, ante el aumento del tráfico contenerizado que experimentaba El Musel, la Autoridad Portuaria sacó a concurso la explotación de una terminal pública de contenedores, hasta entonces gestionada directamente por el puerto. Por aquel entonces se movían cerca de 20.000 teus (contenedores de seis metros de longitud) al año. La firma Terminal de Contenedores de Gijón -participada por Terminal de Contenedores de Barcelona, Paquet y Alvargonzález y el grupo Boluda- se hizo con la concesión. En 2015, la holandesa APM Terminals, perteneciente al grupo Maersk, adquirió TCB y pasó a gestionar las instalaciones. En los últimos meses de 2020, el desvío de tráficos por la huelga de estibadores en Bilbao colapsaron la terminal, poniendo a prueba la gestión de APM y suscitando las críticas de numerosas empresas asturianas e incluso derivando en la suspensión de la línea con Reino Unido e Irlanda que apenas unos meses antes había puesto en marcha Containerships. APM terminó por solicitar al puerto duplicar durante un año su capacidad de almacenaje para apilar contenedores vacíos e instaló una segunda báscula para camiones. En 2020 se llegó a mover 84.735 teus, que el pasado ejercicio, sin los tráficos procedentes de Bilbao, se redujeron a 55.909.

La concesión actualmente ocupa una superficie de cuatro hectáreas y dispone de capacidad para 112.846 teus. Las instalaciones disponen de una longitud de atraque de 260 metros, con un calado máximo de 11,8. El recinto cuenta con dos pórticos de contenedores con capacidad para 52 y 35 toneladas, así como una grúa automóvil de 63 toneladas.