Los socios entran al Grupo 'por la cara'

«Todo lo que sea modernizarse me parece genial», señala Ana Belén Tarriño. En su caso, todavía no había activado su nueva credencial. «Aún sigo con el método de antes», aunque precisa que «todo lo que sea modernizarse y agilizar colas, me parece genial». Una opinión que respalda Lucía Mayor, otra de las socias que ayer accedieron aún sin el nuevo método: «Me parece muy innovador e interesante».

También hay incrédulos. «Hasta que no lo haya usado no puedo saber», indica Marta Herrero, quien confiesa que será «mañana o pasado, después de probarlo», cuando evalúe el funcionamiento de los nuevos sistemas faciales.

Desde el Grupo Covadonga animan a todos los usuarios a validar el método de acceso para poder testar y comprobar el funcionamiento del mismo. Se trata aún de una prueba piloto, con la idea de que vaya implementándose en los demás accesos. Por ahora, solo la puerta Oeste tiene incorporado este sistema al tratarse de la más pequeña y la primera en la que ya han terminado las labores de adecuación y reforma de las entradas, mientras que el resto siguen aún en obras.

Más de tres millones de accesos se producen cada año al Grupo Covadonga. De ellos, cerca de medio millón son de personas no socias de la entidad: público, equipos contrarios, asistentes a fiestas sociales... «El reconocimiento facial es completamente voluntario, el que quiera puede seguir usando el otro método», recuerda Pelayo Arias, responsable de Comunicación del Grupo. Arias señala que el mecanismo busca «dar seguridad» y «un control absoluto a la gente que entra a las instalaciones».

«El carnet de socio seguirá siendo obligatorio como marcan los estatutos del Grupo», señala Arias. Lo que sí permite el nuevo mecanismo es «no sacarlo, o si vas a correr no ir con él». Los socios que deseen hacer uso del acceso con datos biométricos deben validarse a través de una plataforma de internet habilitada por el Grupo. En ella, el usuario debe facilitar dos fotos: una sonriendo y una sin hacerlo.