El daño más flagrante en toda la senda es el del puente, que a pesar de estar cerrado sigue siendo utilizado. FOTOS: CAROLINA SANTOS

La senda del Cervigón, un camino plagado de deficiencias

Parques y Jardines inspecciona el sendero litoral en el que falleció un hombre en enero para determinar las actuaciones necesarias

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Lunes, 16 de marzo 2020, 01:11

El 19 de mayo de 1999, el desaparecido Vicente Álvarez Areces paseaba por el sendero litoral del Cervigón, dándolo por inaugurado. La fotografía publicada en este periódico al día siguiente muestra al entonces alcalde de Gijón en esta ruta de innegables encantos, que desde ... entonces ha sido disfrutada a diario por cientos de gijoneses que caminan, hacen deporte, disfrutan del paisaje escultórico o pasean a sus mascotas. No obstante, la senda es ahora una veinteañera en apuros. Al igual que sucede en otras rutas de Asturias, como la senda del Oso, el paso del tiempo y las deficiencias de mantenimiento han provocado importantes desperfectos en el camino.

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Hay tramos manifiestamente peligrosos sin vallar, argayos en plena senda, cuyo recorrido ha tenido además que ser desviado a causa del deterioro de un puente, tramos en los que el firme es irregular y otros en los que la madera que refuerza los escalones está podrida o incluso ausente. Todo ello ha motivado que el servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento esté llevando a cabo una inspección de la senda para elaborar un informe sobre su estado que permita determinar las actuaciones necesarias.

A priori, preocupa la falta de barandilla frente al camping Gijón Costa Sur, en el entorno de la escultura 'Solidaridad', de Pepe Noja. Es precisamente donde se hizo la foto inaugural y donde, el pasado 25 de enero, un ovetense de 50 años con problemas de visión falleció al caer de la senda del Cervigón a la playa de El Rinconín. Se trata de un tramo de unos treinta metros ubicado al inicio de la senda y que discurre al borde del acantilado, cuya altura supera los ocho metros.

Tal y como pudo comprobar 'in situ' EL COMERCIO, en los primeros metros de la senda hay más desperfectos. En zonas que sí tienen barandillas, a la altura de la escultura 'Cantu los díes fuxíos' donde en abril del pasado año se despeñaron dos perros, no es raro encontrar que faltan algunos maderos. Otros están podridos o unidos por sujeciones metálicas oxidadas por el ambiente salino y que, a simple vista, no aguantarán mucho más. Unos metros más allá, entre la escultura y la casa natal de la escritora Rosario Acuña, se produjo otro accidente hace apenas dos meses. El 14 de enero, un hombre de 51 años se precipitó de madrugada por el acantilado y permaneció doce horas enriscado con la pelvis y un brazo roto. Afortunadamente, pudo ser rescatado por los servicios de emergencias.

Siguiendo el trazado de la senda, además de unas maravillosas vistas de la costa gijonesa uno se encuentra con numerosos tramos del pavimento sin la piedra cuarcita irregular que lo caracteriza. Y llega un punto, cerca del desvío que lleva al emisario de Peñarrubia, en el que no se puede continuar.

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Puente clausurado

Hace ya dos meses que, ante las quejas vecinales, los técnicos del servicio de Parques y Jardines decidieron clausurar un puente de madera por motivos de seguridad, al detectarse problemas de putrefacción en varios elementos estructurales de la instalación. Se decidió prohibir el paso de peatones y ciclistas y se propuso un desvío por el camino de las Mimosas y el camino de los Arces, ambos en zona urbanizada, para completar los casi 12,5 kilómetros de la senda, que continúa hasta La Ñora.

La actuación se adjudicó el pasado 20 de febrero, junto a las reparaciones de puentes en otros parques, a la empresa Media Madera -la misma que está construyendo la pasarela de Nuevo Roces-, por 133.498,04 euros, IVA incluido. Sin embargo, y pese a las vallas y las advertencias de peligro en el mismo, la realidad es que los peatones, «cansados de esperar», han retirado parte de la valla y continúan pasando por el puente. Para anticiparse a posibles accidentes, Parques y Jardines se plantea incluso retirar la estructura dañada hasta que ésta sea sustituida por una nueva. Pero los problemas continúan más adelante. Y si bien es cierto que los caminantes no deberían seguir por la senda, la realidad es que en el día en que este periódico la visitó - el pasado miércoles- estaba muy concurrida incluso en el tramo prohibido al paso. Ya a la altura de la playa de Peñarrubia, una pequeña área de servicio está impracticable a causa de un argayo en la ladera. Lleva así, al menos, desde febrero.

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Más allá de la Colina del Cuervo hay un tramo con desniveles que el trazado de la senda, viniendo desde Gijón, obliga a salvar subiendo escalones. Son estrechos y están rematados con madera, que en muchos de ellos está completamente podrida e incluso desprendida. Hay que superarlos para llegar al acceso a la playa naturista de Serín, aunque bajar al arenal resulta peligroso y está desaconsejado por varias señales colocadas a su entrada. Hace ya varios inviernos que las escaleras se desprendieron, pero los usuarios continuaron bajando a la arena caminando por las rocas. Sin embargo, ahora es prácticamente imposible, ya que un argayo impide el paso por el camino que baja hacia ella.

Estos son algunos de los desperfectos que Parques y Jardines encontrará, al igual que cualquier usuario, al inspeccionar la senda. Además, los técnicos realizarán un chequeo similar a otra de las rutas de la ciudad: la vía verde de La Camocha.

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