Secciones
Servicios
Destacamos
PUBLIRREPORTAJE
Miércoles, 14 de octubre 2020, 18:02
Durante tres intensas jornadas, ponentes y participantes del seminario La emergencia climática convergieron en una misma certeza: la crisis climática ya es una realidad incuestionable desde hace décadas. En el seminario se constata un irresponsable retraso en las respuestas con consecuencias crecientes y más intensas: aumento de las temperaturas, mayor intensidad meteorológica o pérdida de biodiversidad. El clima ya ha cambiado, y lo puede hacer más.
Frente a la emergencia climática el papel de los y las jóvenes está siendo y debe ser central: la aparición de FFF Juventud por el Clima ha representado un impresionante impulso a la indispensable concienciación y movilizaciones sociales, conscientes de que son las generaciones que heredaran la tierra con el evitable legado del cambio climático y sus impactos.
En el seminario, coordinado por Sixto Armán, se abordaron las conexiones de la crisis climática con la pandemia COVID-19 y la salud, sus dimensiones ecológicas y sociales inevitablemente conectadas, constatándose que se han puesto de manifiesto el fracaso del sistema económico global; así como la visión y propuestas de la Vía Campesina pues las agricultura campesinas enfrían el planeta, destacando la contradicción que suponen políticas y tratados internacional como La PAC o Mercosur y la necesaria reducción de las emisiones GEI a través de modelos agroalimentarios sostenibles. Todo esto desde la perspectiva de la transición ecológica y social justa; así, se entiende necesario el equilibrio ambiental y social en marcos complejos de interdependencia y ecodependencia. La naturaleza nos devuelve nuestras agresiones en un ritmo ascendente.
Igualmente en el seminario se contemplaron las relaciones entre culturas e identidades, realidad de género o de desigualdades N-S con la crisis climática y otras. En ese sentido se entienden que son necesarias, para afrontar la emergencia climática, las aportaciones y participación de los pueblos originarios, movimiento feminista o la solidaridad internacional para poner la vida en el centro. Por otro lado, se conocieron las visiones y medidas políticas desde el ámbito estatal al local que van avanzando en esta problemática central; todos los gobiernos tiene una responsabilidad repartida, pues todos deben contribuir a frenar el cambio climático, a minimizar y compartir de forma equilibrada sus desiguales impactos. No obstante, se señala como preocupación la práctica del «greenwash» algo aún más inadmisible en las instituciones que en la habitual de las grandes empresas, que deben superar la lógica del beneficio privado a costa del deterioro ambiental y social.
Frente a la emergencia climática, el seminario puso de manifiesto muchas certezas y también debates para afrontar colectivamente la construcción de una transición ecológica y social; algo que nos obliga, de acuerdo a sus dimensiones, a un amplio proceso de reflexión y dialogo entre todos los actores sociales e institucionales, también de formación individual y colectiva, para ir logrando amplios acuerdos efectivos y la superación de los paradigmas y valores del sistema que nos ha conducido a la actual crisis del COVD19 y a la más global del cambio climático.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.