«La gente se confía y cree que en la playa no les van a robar, pero hay que tener cuidado»

Pasó cuatro días de descanso en Gijón junto a varios compañeros de trabajo de su oficina en Bruselas. La última jornada, el lunes, disfrutó de un baño reparador en el Cantábrico y al salir del agua llegó la sorpresa: no tenía la cartera. Y por tanto, tampoco el DNI para poder coger al día siguiente el vuelo a su país de residencia. La historia del belga Lukas Peeters es muy parecida a la que han sufrido varios bañistas en lo que va de verano en las playas de San Lorenzo y Poniente. La diferencia del visitante de Bélgica fue la premura con la que tuvo que tramitar la documentación para poder coger el avión al día siguiente.

«La gente se confía pensando que en la playa no les van a robar, pero hay que tener el mismo cuidado con las pertenencias que en cualquier otro lugar», explican fuentes policiales. Las fuerzas de seguridad han incrementado la vigilancia en el entorno de los arenales por la afluencia de usuarios durante la época estival y para evitar la actuación de los carteristas.

A Mónica Aguado le robaron hace dos veranos las llaves de casa y el teléfono y ahora no se separa de una pequeña cartera plastificada en la que guarda todo. «De aquella tuve que cambiar hasta la cerradura de la puerta de casa, pasé miedo y fue un engorro, así que ahora no dejó nada solo ni loca. Si voy a caminar por la orilla llevo la cartera conmigo y si me voy a bañar y estoy sola, le pido a alguien que me lo vigile», dice. Y como ella, muchos usuarios de San Lorenzo, donde el clásico «me echas un ojo que me voy a bañar» ha pasado de generación en generación. «Siempre hubo algún robo puntual, pero es verdad que este verano yo ya conozco a varias personas a las que le han robado», apunta Mónica Aguado.

El viernes pasado la Policía Nacional detuvo a un joven de 20 años por robar tres teléfonos móviles, una cartera, una mochila y una cazadora. La descripción facilitada por los testigos permitió detener al presunto ladrón en la calle Emilio Tuya después de una persecución en la que se fue desprendiendo de los objetos robados. Pudieron ser recuperados y al arrestado se le trasladó a los calabozos para ponerlo luego a disposición del juez de guardia.

Desde la Comisaría lanzan una serie de recomendaciones para evitar sorpresas desagradables en un día plácido de playa: no dejar abandonadas las pertenencias y no dejar los objetos de valor a la vista; en zonas de gran afluencia de gente, llevar los efectos personales en los bolsillos delanteros; las mochilas y los bolsos colocarlos delante para tenerlos controlados y, más allá de las medidas de autoprotección in situ, recomiendan no publicar los viajes o vacaciones en las redes sociales para evitar que se sepa que la casa puede estar vacía. Todo sea por no ponérselo fácil a los amantes de lo ajeno.

• Temas
• Atracos
• Policía Nacional
• Gijón
• Playa de San Lorenzo
• San Lorenzo