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GUILLERMO MAESE
GIJÓN.
Miércoles, 2 de marzo 2022, 00:39
Fin a cinco días de fiesta en Gijón con el entierro de la sardina 'Sardi'. El Antroxu, tras un año cancelado por la pandemia, volvió por todo lo alto. Y se notó en el gran ambiente que se respiró en la ciudad durante el fin ... de semana. Fue multitudinaria la afluencia de gente en el pasacalles del viernes, en el concurso de charangas del sábado y el domingo, en el desfile del lunes y en el entierro de la sardina de ayer. «Hasta el cielo llora su pérdida», exclamaba la mejor amiga de la sardina, Conchita Praderas. Porque ayer, para despedir el Antroxu, llovió en Gijón.
El cortejo fúnebre de 'Sardi' partió del paseo de Begoña y concluyó, pese a la lluvia, en una abarrotada plaza del Marqués. Animados ritmos charangueros la esperaban. La compañía Higiénico Papel se encargó de oficiar la despedida. Y allí apareció, de repente, el cuerpo de la sardina, que se alzó unos metros por encima del tumulto para ser homenajeada y para leer su testamento. «¡Ay la pobre 'Sardi', tan guapa y gayaspera! Que estaba en todos los sitios y era la más antroxera. ¡Quién nos lo iba a decir, si ayer estaba cañón y hoy más seca que un hojaldre!», exclamaron en el funeral.
«¡Ay por Dios, que ya teníamos el piso de El Coto reservado!», lamentaba su amiga Conchita. 'Sardi' salió de su lata para mandar, durante cinco días, mensajes de tolerancia y amor. «Es el mejor que tengo apuntado en la agenda», aseguraba aún con vida. La falta de lluvia fue la causa de su muerte. 'Sardi', mientras paseaba el lunes por su finca de San Andrés de los Tacones vestida con su 'asturkimono' -madreñes, dengue y montera picona de hierba y flores-, sufrió un accidente fatal entre patatas y berzas. La tierra seca le provocó un resbalón y su posterior muerte, aseguraba la empresa municipal Divertia en un comunicado. Todo han sido lamentos en Gijón desde entonces. «Allí se desnucó la pobre. Era de campo y playa. Una sardina moderna de la mar y la montaña, como la paella», explicaron durante el último adiós al icono antroxeru.
Pese a su repentina muerte, 'Sardi' dejó escrito su testamento. No faltó la tolerancia, el amor y el rechazo a la guerra. «Hoy la mayor miseria es la guerra del chiflado. ¡Que le quiten del estrado y que lo manden pa' Siberia. Poned fin al altercado!», reclamó la sardina, quien también pedía paz, salud, trabajo y amor. «Luego ya vendrá el dinero, pero la paz siempre es lo primero», dijo.
Así como 'Cuca', la sardina en 2019, se fue enfadada por la proliferación de incendios que se estaban dando en la región, 'Sardi' ayer se fue «contenta porque ha sido el mejor Antroxu». Su testimonio fue también un canto a la vida, «de la que hay que disfrutar porque si no es un sinvivir». «Sed tolerantes y dar rienda suelta al amor. Nada de odios, violencia y homofobias, que corre el siglo XXI. ¡Seamos modernos, por Dios! Lo que hay que hacer estando en la vida es lanzarse a disfrutar. Hay que exprimir la existencia, sacarle su esencia y cada día gozar con deleite y complacencia», dejó escrito.
Sin más dilación terminó su adiós en cinco minutos que a pesar de parecer cortos para su público, fue emocionante y reivindicativo en mensaje. «Y ya me voy hacia la luz, derechita y caminando. ¡Ay que estrecho el ataúd, ya me estoy amojamando! Ciudadanos de Gijón, los amores que más quiero, me despido con amor de este Gijón marinero.¡Puxa Gijón!¡Puxa l'Antroxu! ¡Puxa Asturies! ¡No a la guerra!», fueron sus últimas palabras.
Acto seguido, operarios del Ayuntamiento llevaron su ataúd al coche cedido por Funerarias Gijonesa. Volvieron a resonar los tambores de la charanga para despedirla. El cortejo fúnebre inició su marcha con una tronadora ovación de los allí presentes. 'Sardi' ya descansa en su lata con orgullo y regocijo tras un Antroxu multitudinario y llenó de ritmo y color.
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