«Salían de noche y con miedo a los bombardeos del buque Almirante Cervera»

Las memorialistas Rosa Calvo y Claudine Allende presentaron ayer su proyecto 'Asturias 1937: la mar como única salida', un estudio que censó a 7.000 asturianos exiliados a Francia entre mayo y octubre de 1937. «Ha sido un trabajo largo, duro y muy gratificante», explicaron las investigadores, sobre las listas de pasajeros de ocho de los 146 barcos contabilizados que partieron de los puertos de Gijón, Avilés, Luanco y Ribadesella. Un trabajo de investigación, documentación e incluso entrevistas personales. Es el caso de Mercedes Molina, quien huyó con sus hijos en 1937 y se exilió a América. «Antes de la covid hablábamos con ella y nos pedía desconsoladamente saber de su marido desaparecido», indicó Calvo.

Las investigadoras coincidieron en que los exiliados asturianos «huían de noche y con miedo a los bombardeos del duque Almirante Cervera», embarcación asaltada por los sublevados en 1936.