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El espectacular golpe al narcotráfico en el Puerto de Gijón ocurrido este miércoles recuerda a la denominada 'operación Charlie' ocurrida durante los primeros días de diciembre de 2002. Hace más de dos décadas sucedió uno de los más importantes golpes al tráfico de drogas desarrollado en Asturias. 1.340 kilos de cocaína escondidos bajo el casco del barco de bandera panameña 'Romios', procedente de Venezuela y que tuvo en jaque a la Policía durante varios días. Sabían que el buque en cuestión, atracado en El Musel, portaba un enorme alijo de droga, además de la chatarra que legalmente transportaba hasta Hamburgo (Alemania). Pero no la encontraban.
La sustancia estupefaciente estaba oculta entre látex, en un doble fondo de la cubierta de popa. La inspección duró veinte intensas horas. Participaron cinco agentes de la Policía Judicial de Madrid, otros siete miembros del Grupo de Estupefacientes de Gijón, y 'Rex' y 'Nula', dos perros especialistas en detección de droga. Mientras la Policía no dejaba rincón sin examinar, en la cocina del carguero interrogaban al capitán y al primer oficial. Se negaban de plano a colaborar.
En un primer momento no estaba previsto que el 'Romios' atracase en Gijón. Fue decisión de última hora del capitán de origen alemán, Hermann H., para proveerse de víveres. Le seguían la pista desde que saliese de Sudamérica, por lo que en cuanto se tuvo constancia de la parada técnica se puso en marcha un amplio dispositivo de seguridad.
El jefe superior de la Jefatura de Policía de Madrid, Juan Bautista Zurera, contactó con su homólogo en el Principado, Juan Carretero. Le facilitó toda la información recopilada durante el año y medio que llevaban investigando la red de traficantes. Sólo quedaba intervenir para culminar la operación. «Nada más detectar la entrada del barco en el puerto montamos una discreta vigilancia para evitar que se acercaran los intermediarios», explicaba entonces el mando policial de Asturias.
El permiso judicial de registro llegaba pocas horas después. Los agentes de Madrid y Asturias accedieron al 'Romios' y detuvieron al capitán y a sus diez marineros. Tardaron casi un día en hallar el zulo con la droga. Fue el punto culminante de la 'operación Charlie', que se había iniciado en Venezuela con la incautación de 1.800 kilos de coca en el barco 'Carolina' y de otros veinte kilos en Madrid que iban a ser distribuidos en Italia. La compleja red internacional de delincuentes encontró su final en Gijón.
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