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Calle Rodríguez San Pedro cerrada con un ramal en altura sobre el muelle del Carbón por el que circulan vagonetas. Véase el caserón previo al palacete de la sede de la Sociedad de Fomento. Fecha: 1916. Foto: Julio Peinado. Colección de la Autoridad Portuaria
Los secretos de las calles de Gijón

Rodríguez San Pedro, una calle sobre el mar

Su creación se produjo gracias a la construcción de los muelles de Fomento y ocupa un terreno ganado al agua

Sábado, 5 de abril 2025, 02:00

«Glup glup», esto es lo que estaríamos balbuceando hace 150 años si pretendiéramos transitar por esta calle que hoy pisamos. Sí, la calle del ensanche de Fomento dedicada al acreditado abogado Faustino Rodríguez San Pedro se hizo ganándole su lugar al mar, cuando el agua llegaba hasta el barrio del Carmen. Tres hectáreas de suelo urbano se ganaron, con cinco manzanas.

Este ilustre gijonés fue el primer hijo predilecto de la ciudad. También fue diputado en el Congreso, senador y vicepresidente del Senado, así como alcalde de Madrid durante un año, nombrado por decreto de la reina regente, e incluso ministro. Su calle se encuentra en un lugar idóneo al vínculo con su nombre, ya que Rodríguez San Pedro llegó a ser directivo y consejero de la empresa del Ferrocarril del Norte, en 1874, y, en 1879, fue uno de los máximos accionistas de la neonata Sociedad de Fomento, sobre la que intervino el concejal Faustino Fernández. Su currículum es de tal relevancia a nivel nacional e internacional que se quedaría corto al resumirlo en estas líneas. Prueba de su valía es el retrato que figura en el salón de recepciones del Ayuntamiento.

Calle cerrada

El plano de Gijón cartografiado por Francisco Coello en 1870, ilustra perfecta y detalladamente cómo era este espacio antes de hacer los muelles y construir las manzanas del llamado ensanche de Fomento. Hasta el muelle del Carbón llegaba la playa de Pando, donde se dieron los primeros baños de ola que impulsaron el futuro balnearismo, las reinas María Cristina e Isabel II en 1852 y 1858 respectivamente. La calle que se abrió uniría los jardines de la Reina, que tampoco existían en 1870, con la puerta de la muralla por la que se saldría a la estación del Norte (hoy museo) y al arrabal de El Natahoyo, justo por donde pasaba el desagüe de las aguas sucias del suroeste de la población, canalizado por el foso de la muralla y que acababa donde está hoy la casa de salvamento de la playa de Poniente. Al pedrero resultante de la desaparición de la playa acudían muchos gijoneses aficionados a la pesca para coger xorra como cebo.

Rodríguez San Pedro era una calle que estaba cerrada, cortada al tráfico y al tránsito, y por ella discurría un ramal ferroviario que provenía de una apófisis de la estación de Langreo y de la del Norte (estaban conectadas) y por este ramal conducían los graneles y demás mercancías hacia el muelle del Carbón para descargar o cargar los barcos del puerto. Hay imágenes donde se pueden ver las palancas que activaban o desactivaban el tráfico por esas vías. Una de las primeras iniciativas de la recién presentada Cámara de Comercio fue lograr la apertura de esta calle. Aquí se hizo el palacete que hoy ocupa este diario, de manera provisional, con destino a la sede de la Sociedad de Fomento, luego fue una checa republicana y posteriormente el banco Urquijo; de este proyecto frente a los jardines de la Reina se encargó Enrique Rodríguez Bustelo en 1920.

El pabellón blanco es el Gijón Cinema y en primer término se ve la palanca que activaba esas vías. Fecha: ca. 1944. osé Manuel Lorenzo. Colección de Patricio Adúriz. Museo del Pueblo de Asturias.

El Gijón del futuro

La Semana Negra, el primer gran certamen del ocio que hubo en Gijón, se organizó en El Musel en 1988 y en 1989 se hizo por Rodríguez San Pedro; la tercera edición se hizo en la parte que lindaba con los jardines de la Reina siguiendo el diseño de Ángel Terán. El diario Voluntad publicó, el 15 de agosto de 1973, un proyecto idealizado dibujado por Fernando Vega de cómo sería Gijón en el año 2000 con una especie de parque de atracciones en esta calle, los muelles de Fomento se unirían a través de un teleférico con el cerro de Santa Catalina y El Musel. En uno de los muelles se podían ver barcos veleros de tamaño pequeño emulando carabelas y galeones.

Dibujo de Fernando Vega para el suplemento extraordinario del diario Voluntad, el 15 de agosto de 1973. El Gijón del año 2000.

¿Sabían que a mitad de calle, donde luego se levantó el edificio de la Agencia Tributaria, hubo un cine? Este era el Gijón Cinema y se hizo aprovechando un antiguo taller de maquinaria. Este pabelloncito con fachada principal a Marqués de San Esteban ocupaba la mitad izquierda del referido edificio. El cine abrió en 1926 y se derribó en 1945.

Hay una foto muy impactante de los estragos del Almirante Cervera, el crucero que el bando nacional trajo a cañonear desde la costa gijonesa durante la contienda incivil. El bar Benita, que tenía restos de metralla en el interior del local, había sido, en la década de 1930, el restaurante-sidrería El Manantial. De su fachada a Rodríguez San Pedro se conoce una imagen del boquete producido por el impacto de una bomba dirigida a cortar las comunicaciones de la estación del ferrocarril de Langreo en 1936.

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