Resistió la Guerra Civil, pero no al picudo rojo: adiós a la centenaria palmera de La Inmaculada

Una de las señas de identidad del colegio de La Inmaculada en Gijón se ha venido abajo este martes. Se trata de una palmera centenaria, emblema de resistencia al sumar 129 años. Resisitió la Guerra Civil, temporales, distintos avatares, pero no pudo superar al pocido rojo.

Según explican los antiguos alumnos del colegio gijonés la palmera fue plantada el 10 de septiembre de 1895 tras haber transcurrido ya cinco años de la inauguración del colegio. A su alrededor se dibujó un lustroso jardín interior —hay que recordar que en el colegio antiguo existía otro jardín exterior ubicado donde actualmente se encuentra la entrada del centro—.

Fueron plantadas dos palmeras, una de ellas resistió viento y marea hasta nuestros días. Hasta que ha tenido que ser derribada esta misma mañana, dejando importante un vacío en el colegio tras años y años viendo pasar alumnos a su lado.

• Temas
• Colegio de la Inmaculada