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ÓSCAR PANDIELLO
GIJÓN.
Jueves, 31 de mayo 2018, 03:15
La renta social «no se toca». En estos términos se pronunciaron ayer Mario Suárez y Estefanía Puente, ediles de Xixón Sí Puede, ante las recientes informaciones que ponen en duda la continuidad de la ayuda a medio y largo plazo. Una ... posición tomada de manera conjunta junto a la Unión de Comerciantes, cuyos informes ya apuntan a un gasto total de 3.342.000 euros desde que se pusiese en marcha la renta en agosto de 2017.
Han sido, además, 2.166 los beneficiarios de esta medida, una cifra que subraya «el apoyo que se tiene que dar» desde la instituciones para mantener su continuidad en el futuro. «Ya debería estar fijada la primera convocatoria de 2018 y a finales de año tiene que haber otra, ya que entre noviembre y diciembre es cuando mayor número de tarjetas van a caducar», defendió Puente durante su intervención en el Ayuntamiento.
A pesar de las dificultades que el gobierno está encontrando para encajar el presupuesto de la renta, Suárez ha defendido su viabilidad alegando que los fondos se «tienen que sacar de la forma que sea». «Esto también revierte en el comercio local, según nos afirman desde la Unión de Comerciantes», explicó. En total, 268 comercios de la ciudad han vendido sus productos a beneficiarios de la renta. Las facturas, asimismo, ascienden a 33.919 desde el pasado agosto.
Tras reunirse con la Unión de Comerciantes, los ediles han insistido en la necesidad de llegar a un «consenso» para que el programa social se mantenga «este y en futuros mandatos». En total, estiman que serán necesarios unos 3,5 millones de euros para asegurar su supervivencia a corto plazo.
Más allá del apoyo que esta medida aporta a las familias que no pueden acceder a los recursos mínimos, «ya sea por motivos físicos o porque buscan y buscan y no encuentran empleo», matiza Suárez, la continuidad de la medida es especialmente interesante para los pequeños comercios. En este sentido, desde la Unión de Comerciantes ya han iniciado una encuesta para valorar cuántos negocios han podido seguir adelante al adscribirse al programa o cuántos han evitado despedir a algún empleado gracias a esta nueva fuente de ingresos.
Atendiendo a los distintos barrios de la ciudad, en la zona sur (El Llano y Pumarín) ya se han gastado más de 800.000 euros; en La Calzada, 531.000 euros; 266.000 en El Natahoyo y 509.000 en Laviada. «Esta renta no solo implica el dinero, sino que está construyendo proximidad, haciendo que los vecinos consuman en la tienda del barrio, la que tienen al lado de casa», subraya Puente.
Otro de los aspectos que se tratará de integrar es la posibilidad de utilizar la renta social para el acceso a la vivienda, una petición que, hasta ahora, no ha sido valorada.
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