«Regresó a Arbón porque le gustaba estar en el pueblo. Estamos sobrecogidos»

Después de muchos años residiendo en Gijón, María Cordero había vuelto a Arbón para estar cerca de su familia y porque «le gustaba estar en el pueblo». Trabajaba en la peluquería de El Espín (Coaña) y quienes la conocían aseguran que era «muy profesional». Tanto que, cuando en Villayón se quedaron sin peluquera hace un tiempo, pensaron en ella para cubrir el puesto, aunque finalmente no cuajó. Deja pareja, Luis, en el vecino municipio de Navia.

El suceso en el que María perdió la vida ocurrió el viernes, a las 22 horas y dejó además un herido, un joven de veinte años. El Centro de Coordinación de Emergencias recibía el aviso solo minutos después. El comunicante alertaba de que se había producido una colisión entre dos vehículos y había personas atrapadas.

Hasta el lugar se trasladaron seis efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado, con base en los parques de Valdés y Castropol. Una vez allí procedieron a la excarcelación del joven con la tabla de rescate. Fue trasladado al Hospital de Jarrio. A continuación, con la pertinente autorización, excarcelaron del segundo vehículo a la mujer fallecida.

María Cordero deja pareja, padres -Carlos Cordero y Fina Rodríguez-, dos hermanos, David y Carlos; una hermana política, Silvia, y dos sobrinos, además de más familia. Sus allegados velaron ayer su cadáver en la sala 4 del Tanatorio de Jarrio, en Coaña. Por motivos derivados de la situación sanitaria actual, la esquela advierte de que «no se recibirán pésames en el tanatorio ni se rezará el santo rosario». La familia -aclara- no recibe y los restos mortales de María recibirán sepultura en la intimidad familiar.