La regeneración del río Piles suprime el anillo navegable y condiciona el piragüismo a las mareas

El concejal Aurelio Martín, señaló que el inicio de las actuaciones, que tienen un plazo de ejecución de año y medio, vendrá condicionado por la fecha de concesión de la subvención solicitada a la Fundación Biodiversidad. No obstante, confía en que en octubre puedan comenzar las tramitaciones para contratar la obra y que las máquinas puedan estar trabajando en enero.

La presentación del proyecto corrió a cargo de Javier Granero (Taxus Medio Ambiente) y Laura Álvarez (Magna Dea), quienes destacaron cómo a partir de un diagnóstico previo que identificó como zonas con peores indicadores de calidad las correspondientes al anillo navegable se elaboró un estudio de alternativas que fijó como uno de sus principales objetivos «dar amplitud al río, dejándole libertad y ensanchándolo lo máximo posible». Pero también «eliminar barreras transversales a lo largo del cauce», una cuestión que según indicaron se valora especialmente a la hora de la concesión de las ayudas europeas. «Se puntúa cada metro de eliminación de barreras, es hacia lo que apuntan todas las políticas europeas», explicó Granero. Es en línea con ese último reto donde se enmarca una de las actuaciones más controvertidas del proyecto, la demolición del sistema de compuertas y azudes que existe en la confluencia del Piles y el Peñafrancia, a la altura de la glorieta de La Guía, que es el que hasta 2019 permitía estancar temporalmente las aguas en el entorno de Las Mestas y el Grupo Covadonga para la práctica del piragüismo.

Una de las condiciones que puso el Ayuntamiento fue buscar alternativas para que estos deportistas puedan seguir utilizando el Piles. Y aunque se analizaron tanto la opción de poner compuertas hinchables -como en su momento planteó el Grupo Covadonga- como una barrera móvil «en la parte final de la ría» que ralentizara el retorno hacia la playa del agua de marea durante la bajamar, según el responsable de Taxus «no había ninguna alternativa que pudiera garantizar un ecosistema adecuado». Y añadió que «el piragüismo se evaluó como un elemento más, pero teniendo claro que lo que nos habían solicitado es un proyecto de renaturalización del río».

Remarcó, no obstante, que el problema eran los elementos de retención del agua y no la práctica en sí de este deporte, «que no es incompatible» con la regeneración del río. Y destacó a este respecto cómo habrá un pantalán en las inmediaciones de El Molinón y de hecho, al eliminar los obstáculos artificiales, cuando haya mareas vivas habrá aún más zonas con calado suficiente para navegar, incluso aguas arriba de Albert Einstein. Eso sí, «igual que no se puede hacer surf sin olas ni vela sin viento, los piragüistas tendrán que adecuarse a los tiempos naturales de las mareas».

Al mismo tiempo que se retiran las compuertas y azudes junto a la glorieta de La Guía, se reducirá la superficie de la isla triangular situada en el centro de las mismas, retirando de ella todos los muros artificiales y dejando que «sean los propios ríos los que la formen de manera natural a través del arrastre de sedimentos y gravas». Pero además el anillo también perderá su diseño circular, pues el proyecto también prevé eliminar el canal de derivación que conecta el Piles y el Peñafrancia a través del complejo deportivo de Las Mestas, rellenándolo para generar una nueva superficie de terreno que unirá la zona del hipódromo con la de la pista de atletismo, ahora solo conectadas por tres puentes.

La canalización por la que discurren el Piles y el Peñafrancia a su paso por Las Mestas será la que experimente más cambios con la «renaturalización», pues parte de sus muros verticales se sustituirán por tramos de escollera y taludes naturales con una pendiente más suavizada y que permitirán ampliar la sección hidráulica. Es decir, no solo habrá más vegetación en la orilla, sino que en momentos de crecida el río tendrá un espacio más ancho para circular. Y de hecho a la altura del puente de Albert Einstein se ensanchará también la base del río. No se tocarán ni la orilla del lado del Grupo Covadonga ni la que da hacia Justo del Castillo, sino que estos nuevos taludes se harán en lado que da hacia el interior de la «isla» de Las Mestas. Es decir, junto al hipódromo y la pista de atletismo. En el caso de esta última, las nuevas orillas y la creación junto a ellas de una senda peatonal obligará a reducir el aparcamiento y a desplazar el vial de acceso.

También se suavizará el perfil de las orillas en los denominados «parques de escolleras» situados en el tramo del Piles que va desde Anselmo Solar hasta Albert Einstein y el del Peñafrancia que discurre junto a la Escuela Politénica. En ambos casos, en la parte superior de los nuevos taludes se aumentará el arbolado. También crecerá el bosque de ribera al paso del Piles por el parque fluvial de Viesques, plantando especies hasta lograr una anchura de diez metros por cada orilla y cubrir una superficie de 37.575 metros cuadrados. En este tramo se reforzará una de las pasarelas de madera. Además se demolerá el puente de la carretera de la Coría para sustituirlo por otro más ancho tanto en lo que respecta al vial -por donde ahora no caben dos coches- como a su arco -para reducir el riesgo de inundaciones.

La parte con una menor intervención será el tramo final del río, desde La Guía hasta su desembocadura, donde el proyecto solo contempla ampliar el arbolado y sustituir en algunos puntos de sus orillas los pavimentos impermeables por otros que filtren el agua de lluvia.